ISBN 0124-0854
N º 91 Agosto 2003 frente a la tarea de crítico , se pueden resumir en dos frases : en una obra siempre hay más de lo que cabe en ella ; y en la crítica de la obra cabe todo , aunque no esté en la obra ( en la cual , sin embargo , cabe todo , y más ).
Decía Valéry , más o menos , que el arte nos hace ver lo que no habíamos visto . Yeso es verdad , a veces . El artista inventa cosas que antes no existían : antes de que las viera su ojo , las desemboscara su inteligencia , las percibiera su sensibilidad , las plasmara su mano , o su verbo . Antes de que las creara , o las descubriera . Pero también es cierto que el arte nos distrae de lo que vemos ( y no sólo en la medida en que nos muestra otra cosa , sino también porque nos arroja a lo desconocido ). Nos distrae de la naturaleza ( que copia o que no copia , y porque la copia o porque no la copia ), y nos distrae además de la obra misma que contemplamos , que estudiamos , o que simplemente miramos al pasar . y nos señala otras cosas distintas . La observación de Valéry ( que es , de paso , una invención artística ) hay que complementaria , o matizarla , con un proverbio chino : " Cuando el dedo señala la luna , el imbécil mira el dedo ". Aunque nunca faltará otro imbécil que mire la luna . Mi opinión personal es que hay que mirar el dedo y hay que mirar la luna . Porque en una obra hay siempre más de lo que cabe en ella misma : la luna está en el dedo que señala .
Decía Unamuno que en El Quijote hay más cosas que en Cervantes , y más que en toda la
España del siglo XVI . Eso es verdad también de otras obras de arte . Lo es , digamos , de Las Meninas de Velázquez . Pero también , digamos , de un cuadrito tan poco pretencioso , en dimensión y en ambición , como la famosísima Impresión de Monet que muestra un sol poniente ( o levante : tampoco eso está claro ) sobre un río que tal vez es el Támesis a su paso por Londres , pero que también podría ser el Sena a su paso por Argenteuil . De ese cuadrito brota toda esa heteróclita escuela de pintura llamada " impresionismo ", que reúne a tantos artistas sin relación entre sí . ¿ Estaba el impresionismo en el cuadrito ? A lo mejor no . Probablemente no . Pero cabía en él . Y en él podemos buscarlo si queremos encontrarlo . " El que busca encuentra ", dice un refrán . Y , con mayor solemnidad , decía Cristo : " El que me busca es porque ya me ha encontrado ". Pero también es cierto lo contrario . Así como en una obra de arte puede haber más que lo que puso el artista , también puede haber menos . Así , digamos , en esas mismas Meninas en las que cabe toda España no hubo , durante dos o tres siglos , casi nada . Se pensaba que Velázquez , considerado hoy el más grande pintor de Occidente , era un simple y oscuro epígono de la llamada " escuela napolitana ". Velázquez no estaba en Velázquez , como la Roma que buscaba el peregrino de Quevedo ( o de Du Bellay ) " no estaba en Roma ". Había en Las Meninas mucho menos de lo que hay en Las Meninas . era sólo un vasto lienzo polvoriento en un desván de los palacios reales de Madrid , que