Agenda Cultural UdeA - Año 2003 ABRIL | Page 27

ISBN 0124-0854
N º 86 Abril 2003 suerte que les confire sus acrisoladas virtudes morales aprendidas de las ovejas.
La virtud de la oveja
La oveja perdona al lobo todos sus excesos. Si dejara de perdonar alguna vez, desaparecería esa virtud cultivada con esmero durante tantas generaciones, y no remediaría tampoco, de ese modo, la muerte de sus congéneres. Cuando transcurre mucho tiempo sin que irrumpa el lobo, la oveja se muestra nerviosa en el rebaño, pues la ausencia de su enemigo le niega la oportunidad de mostrarse virtuosa. Lo único que no le perdonaría la oveja al lobo sería su abandono.
Lupus Homini Homo
Para demostrar que la naturaleza del lobo puede sufrir modificaciones por medio de la educación, un cazador decidió criar en su caa un lobezno. Dirigiendo el cañón del arma contra el animal, había logrado mantenerlo alejado en todo momento de las ovejas. Ante esta amenaza continua, como resulta apenas lógico, el lobo creció sin libertad de movimiento; de modo que un noche, sediento de sangre, decidió saltar sobre el cazador dormido, aprovechando que el cañón del arma, inmóvil en un rincón, amenazaba el techo.
Relatos de Piezas para la mano izquierda Del amor
Un amor podría evitarse a tiempo se se reconociera de inmediato el rubor que acompaña la primera mirada, pues los actos que le siguen no son mas que una consecuencia inevitable de este descuido inicial. Un individuo normal, por tanto, debería saber y aceptar que la sangre es una alarma a la que es forzoso obedecer si se desea mantener incólume la integridad personal. Pero, al parecer, son pocos los que están dispuestos a hacer caso de los llamados del cuerpo, y todavía hoy subsiste en deplorable espectáculo del éxtasis, el arrobamiento, la mirada perdida y otras contorsiones semejantes que suelen acompañar a la pasión amorosa. En una época de gran progreso como la nuestra, resultan tinieblas. Porque el amor es, a no dudarlo, un retroceso, una fuga hacia un estado anterior; él es la recuperación del paraíso perdido, es cierto, pero es también la pérdida del sentido de la realidad. Y por esta razón, es frecuente sorprender a nuestro lado a alguien que, lleno de rencor y olvido, regresa con precipitación a ponerse de nuevo a órdenes del tiempo presente.
Crónica Una anciana en la zona selvática del Amazonas afirma haber visto a Caperucita Roja, los siquiatras han expresado que la señora sufre una tardía y triste infancia en la plena edad senil. Los médicos por su parte, han dictaminado que la anciana ha sufrido una alucinación a causa de la poca alimentación