ISBN 0124-0854
N º 86 Abril 2003 de la figura protagonista, por un lado, a raíz de sus actos; por el otro, por su misma personalidad.
Es indudable que el héroe encarna un cierto ideal de excelencia humana. Pero, en tanto existen distintas formas de excelencia humana a lo largo de la historia y las distintas cosmovisiones, se deduce que no existe un único tipo de héroe. Sin embargo, el hecho de que se reconozcan distintas expresiones del héroe, en personajes tan diversos como Héctor, Ulises, Rolando, el Cid y los protagonistas de tantos relatos contemporáneos como Superman o Batman, implica reconocer que todos ellos presentan un conjunto de rasgos comunes. Quizás el rasgo fundamental que define al héroe, incluido Harry Potter, es su singularidad. Por más que aparezca inserto en un grupo social, su figura se destaca claramente. Y esta diferencia es evidente tanto para los personajes que lo rodean en la ficción como para el receptor del relato. Harry Potter es un mago, pero su éxito no es pura magia. No es un fenómeno literario aislado. Sería difícil comprender su notoriedad sin tener en cuenta que estamos frente a un fruto nuevo de un árbol muy viejo que surge del tronco añoso de la literatura fantástica inglesa. Eso sí, un fruto vigoroso, sabroso y atractivo. Resulta sencillo para quien es lector habitual de este tipo de literatura fantástica, encontrar en el estilo de J. K. Rowling-J. K. como C. S.
Lewis y T. S. Elliot- el so- nido de los trasgos y las hadas de George MacDonald, e inclusive los cantos celtas y medievales de los elfos de Tolkien. Acaso sea ésta una de las razones del éxito de Harry Potter: su autora ha tomado lo mejor de esta tradición inglesa y lo ha situado en un contexto actual, en el que el niño del nuevo milenio puede identificarse, sin perder por ello el encanto de las
pociones mágicas, de los calderos ardientes y las escobas voladoras. Es interesante constatar que, en el mundo de Harry Potter, al igual que en el de Tolkien, los valores humanos están siempre presentes, aunque la intencionalidad de la obra no sea didáctica: las aventuras de este héroe se mueven siempre en coordenadas de lucha entre el bien y el mal. Harry Potter enfrenta constantemente situaciones en las que la