ISBN 0124-0854
N º 82 Septiembre de 2002 distingue. Aunque no siempre les ha ido muy bien.
Durante 1998 las líneas áreas escandinavas( SAS) estuvieron a punto de aterrizar en el tan meneado proceso de privatización de las empresas públicas argentinas. Rodolfo Terragno, Ministro de Obras y Servicio Públicos del jaqueado gobierno radical del –¿ socialdemócrata?– Raúl Alfonsín promovió el acceso de la empresa nórdica como socia de la local Aerolíneas Argentinas. La abrupta caída de la administración radical clausuró las negociaciones. El posterior ascenso del justicialista –¿ peronista?– Carlos Menem favoreció a los españoles de Iberia.
Promediando este 2002, pródigo en cataclismos económicos y procesos electorales, se destaca la presencia, fundamentalmente escandinava, en proyectos ambientales tales como los pulmones biogeográficos de oxígeno que se desarrollan en la costa pacífica colombiana y en el nordeste argentino. En la costa del Pacífico, pequeñas empresas de Chile, gracias a la cooperación tecnológica asumida por Noruega, hoy cultivan industrialmente el salmón y se ha logrado renovar buena parte de la flota pesquera. En Perú, el prematuramente debilitado gobierno de Toledo necesita agilizar las negociaciones del Instituto del
Mar del Perú( IMARPE) con los noruegos, para optimizar las posibilidades de explotación de las riquezas marinas que ofrece este país. Los proyectos hidroeléctricos de la región tampoco han resultado indiferentes a las empresas de origen escandinavo. Varias de ellas, como es el caso de Starkraft de Noruega, se han manifestado dispuestas a invertir participando en licitaciones y llamados a concurso.
La saga de nunca acabar Teniendo en cuenta entonces que de la sobredosis de latinidad que contaminó nuestras sociedades hasta ahora sólo heredamos analfabetismo, violencia y corrupción, no vendría mal inspeccionar criterios renovadores en las democracias sociales que han podido sobrevivir. Sin embargo, en el escenario actual de esta América pre – moderna: ¿ Qué tanto podemos plantear una tercera vía rubia y de ojos celestes que supere los bipartidismos morochos y el Estado clientelar? ¿ O acaso masas y líderes no laten al unísono?… Por aquí, en realidad, nadie tuvo el firme propósito de subvertir las estructuras verticales de las sociedades. Con tierras que produjeran riquezas y gentes que multiplicaran votos fue suficiente para ir tirando.
Hoy las propuestas políticas que lucen renovadoras presentan un discurso donde se destacan conceptos tales como“ recuperación de la cultura del trabajo”,“ lucha contra la corrupción”,“ síntesis superadora del liberalismo y el socialismo”,“ ascenso de la indoamericanidad” y muchos eslóganes más sazonados con sonoras“ eficiencias”,“ éticas” y“ responsabilidades”. Todo inobjetable, pero ya visto desde que Fray Bartolomé de las Casas lloró ante Carlos V por sus indiecitos masacrados y sugirió reemplazarlos en las minas por esclavos negros del África … Gente mucho más resistente sin duda. Los vikingos podrán regresar con sus naves cargadas de dragones de la bienaventuranza social demócrata sin contaminar. Pero deberán tener cuidado. Ellos y quienes los llamen. Por estas playas, como supo revelar el converso Regis Debray,“ la Historia sirve los platos en el comedor y las puertas de la cocina se cierran automáticamente, detrás de ella. La naturaleza autoborradora del éxito, disipa a plazos los malos olores.” En Latinoamérica los grandes relatos todavía están al alcance de la mano. Nunca partieron porque aún no comenzaron a ser narrados.