Agenda Cultural UdeA - Año 2002 OCTUBRE | Page 23

ISBN 0124-0854
N º 83 Octubre de 2002
la mujer en el mundo del trabajo productivo, drástica reducción del número de hijos, separación entre sexo y reproducción, transformación en las relaciones de pareja, en los roles del padre y del macho, y en la percepción que de sí misma tiene la mujer. Es en ese debilitamiento social de los controles familiares donde se inserta el des-ordenamiento cultural que introduce la televisión. Pues ella rompe el orden de las secuencias que en forma de etapas / edades organizaban el escalonado proceso del aprendizaje ligado a la lectura y las jerarquías en que éste se apoya. Y al deslocalizar los saberes, la televisión desplaza las fronteras entre razón e imaginación, saber e información, trabajo y juego. Lo que hay de nuevo en la juventud de hoy, y que se hace ya presente en la sensibilidad del adolescente, es la percepción aún oscura y desconcertada de una reorganización profunda en los modelos de socialización: ni los padres constituyen el patrón-eje de las conductas, ni la escuela es el único lugar legitimado del saber, ni el libro es el centro que articula la cultura. La lúcida mirada de M. Mead apuntó al corazón de nuestros miedos y zozobras: tanto o más que en la palabra del intelectual o en las obras de arte, es en la desazón de los sentidos de la juventud donde se expresa hoy el estremecimiento de nuestro cambio de época.
Visibilidad social y densidad cultural de la juventud Los procesos y sensibilidades que articulan la ruptura generacional al cambio de época que vivimos han comenzado a hacerse socialmente visibles. Y de un modo especial en la inversión de sentido que, catalizada por el mercado, le está permitiendo capitalizar en su provecho la construcción social de lo joven. Como dice Beatriz Sarlo: " el mercado está en la curva en que se cruzan el peso descendente de la escuela y la hegemonía