Agenda Cultural UdeA - Año 2002 OCTUBRE | Page 17

ISBN 0124-0854
N º 83 Octubre de 2002
en la familia, en la escuela, en la política. De tal manera que identificar a la juventud con la ausencia de valores es un gesto más de hipocresía de esta sociedad incapaz de preguntarse: ''¿ Con qué queremos que sueñe una juventud alimentada cotidianamente – no sólo y no tanto en la televisión sino en la casa, en la calle, en el trabajo – con el afán de lucro fácil, con el dinero y el confort como valores supremos, con la confusión del inteligente con el listo, es decir, con el que sabe engañar y trepar rápido, con la corrupción como estrategia de ascenso tanto en la clase política como empresarial? ¿ Qué entusiasmo por los proyectos colectivos le están transmitiendo las derechas y las izquierdas? ¿ Qué imágenes de respeto a las normas les enseñan hoy unos ciudadanos mayoritariamente tramposos ventajistas, aprovechados? ¿ Qué experiencias de solidaridad o generosidad les ofrece hoy a los jóvenes una sociedad desconfiada, recelosa, profundamente injusta y sin embargo estancada y conformista? A pesar de ello, en los últimos años en las grietas del saber académico se ha ido abriendo camino otra mirada sobre la juventud. Una mirada que intenta romper con la de los violentólogos, puesto que a la vez que nos han ayudado a entender la multiplicidad de violencias que encadenan este país, no han hecho nada para comprender la envergadura antropológica, es decir el espesor cultural de esas violencias, tanto de su origen como de su trama. Hay dos hitos en el proceso de gestación de esta mirada nueva que en Colombia se abre lentamente campo en las grietas del saber oficial de nuestras universidades o centros de investigación. El primer desplazamiento se produce en el trabajo de investigación – acción de un comunicador social en los barrios de las comunas nororientales de Medellín, y recogido en el libro No nacimos pa ' semilla iii. Ahí, Alonso Salazar es el primero que en este país se arriesga a investigar el mundo de las pandillas juveniles urbanas desde la cultura. Enfrentando la reducción de la violencia juvenil a efecto de la injusticia social, del desempleo, la violencia política y la facilidad de dinero que ofrecía el narcotráfico, la investigación de Salazar no ignora esas realidades pero muestra que la violencia juvenil se inscribe en un contexto más ancho y de más larga duración: el del complejo y delicado tejido sociocultural en que se insertan las violencias que atraviesan entera la vida cotidiana de la gente en Colombia y de la sociedad antioqueña en particular. Se pone así