ISBN 0124-0854
N º 79 Junio de 2002 maquillarte?"… Todavía me produce gracia.
El proceso de salir del closet no es importante sólo para el individuo, sino para el colectivo gay. Para el individuo, en la medida en que le permite construir una sólida confianza y autoestima, un total conocimiento del propio ser, fundamental para el buen desarrollo de todos los aspectos de su vida. El colectivo se beneficia del proceso individual porque cada día sensibiliza más a la sociedad con historias de vida de homosexuales " serios "( tranquilos con esta palabra que puede prestarse a malos entendidos), trabajadores, profesionales, buenos hijos y estupendos padres, que toman su vida en serio, que aman y sufren como todos, siendo más fácil la aceptación global de la homosexualidad como estilo de vida, dejando de ser una tragedia para los padres el que su maravilloso hijo o hija, con toda una vida por delante, se les acerque un día y les diga: " Papá, mamá, soy gay ".
Sin embargo, al ser tan importante, ¿ cómo vivir este proceso de salir del closet? La orientación sexual de cada individuo hace parte de su vida privada y no se espera de nadie que al presentarse ante otra persona o grupo diga: " Hola, me llamo Juan y soy gay ", pero es lógico que en la diaria convivencia con otros se toque el tema sentimental(“¿ y
vos tenés novia( o)?”), además de que en el seno de los hogares se espera que los hijos lleven sus respectivas parejas a las celebraciones familiares. Una vez evaluada la situación, sopesando todos los puntos a favor y en contra, y tomada la decisión de hacer la revelación, lo primero es informarse muy bien sobre el tema, porque mediante el conocimiento superamos ese sentimiento de vergüenza por ser homosexuales, desterrando la homofobia interna con la que crecimos. Siempre es enriquecedor leer la historia de personalidades homosexuales, presentes en todas las épocas y lugares; además conocer las diferentes y muy discutidas teorías sobre el origen de la homosexualidad nos brindan herramientas y argumentos para enfrentar las críticas y comentarios que suscitará nuestra revelación.
Cuando se tome la decisión de salir del closet hay que estar, repito, muy bien informado y completamente seguro, por más difícil que sea sentir orgullo de la propia homosexualidad al principio, y no tener recriminaciones o sentimientos de culpa que, en últimas, sólo afectarán de manera negativa la imagen que brindemos a los demás. Es importante además, en la medida de lo posible, evitar hacer de la revelación un acto de provocación, revancha o
acusación. Cada individuo sabrá discernir cuál es el mejor momento, pero no debe escudarse en falsas razones para aplazar continua e interminablemente el acto.
En general las primeras personas con quienes debemos hablar, y más tememos hacerlo, son nuestros padres. Pero es común hablar antes con un familiar o amigo de confianza, y siempre es aconsejable tomar este primer paso con alguien muy cercano y en quien creamos totalmente. Primero se debe sondear el tema, hablar de la homosexualidad en general, sin tener la presión de hacer la revelación de forma apresurada. También es útil ver juntos alguna película o programa de televisión que aborde el tema( Poco después de que le dije a mi madre que era gay, y cuando aún estaba muy susceptible y confundida al respecto, vimos juntos " Any mother ' s son ", que trata sobre el asesinato de un joven marine, a manos de sus compañeros, por ser homosexual. La película fue muy útil para ambos). Si notamos rechazo, incomodidad o malestar es aconsejable dejar la charla para otro momento. Cuando por primera vez se lo conté a una amiga después de un largo rato de dar rodeos tontos, se limitó a decir: " Alejo, ¿ y eso era todo?".