Agenda Cultural UdeA - Año 2002 JULIO | Seite 13

ISBN 0124-0854
N º 80 Julio de 2002
Desaparecido el enemigo ideológico interno de occidente, el socialismo real, Estados Unidos y sus aliados adoptaron como nuevo paradigma de política internacional la construcción de un entorno de países democráticos, entendiendo por éstos aquellos basados en la economía de mercado, gobernados por una democracia representativa y que respetasen los derechos humanos civiles y políticos. Definieron, además, nuevos enemigos: el terrorismo, el narcotráfico y otras manifestaciones del crimen transnacional. La seguridad es cada vez más un asunto de alianzas( bloques) interestatales que de estados, consolidando la tendencia inaugurada en la Segunda Guerra Mundial. La OTAN, encabezada por los Estados Unidos, se ha convertido en la alianza militar más importante del mundo y ha cumplido papeles decisivos en guerras de la era de la globalización
tales como la del Golfo, Bosnia- Herzegovina, Kosovo, o Afganistán. Si bien la creación de un entorno democrático disminuye las probabilidades de guerras entre estados democráticos, puede ser causa de conflicto con estados y / o grupos que rechazan el modelo occidental por razones económicas culturales o religiosas. El respeto a los derechos humanos, consagrado como política de estado y de la comunidad internacional, ha servido para justificar algunas intervenciones militares encabezadas por la ONU, la OTAN o por alianzas puntuales, contra estados que agreden a sus vecinos, como en la Guerra del Golfo, o violan sistemáticamente los derechos humanos de sus habitantes, practicando, por ejemplo, limpiezas étnicas, como es el caso de la Guerra del Bosnia o de Kosovo. No obstante, esta política es percibida, por muchos, más
como un conjunto de acciones destinadas a fortalecer la seguridad y la política hegemónica de Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea, Canadá y Japón, que como intervenciones humanitarias. El terrorismo internacional se ha convertido en la principal amenaza para la seguridad de los Estados Unidos y sus aliados, pues ha podido articularse en redes y establecer alianzas entre algunos países y grupos de todo tipo, fundamentalistas nacionalistas, religiosos o políticos, y ha demostrado ser capaz de golpear en el corazón mismo de los Estados Unidos. La posibilidad de que estos países o grupos usen armas de alta tecnología y de destrucción masiva, señalada más arriba, contra los Estados Unidos y sus aliados, es real. Estados Unidos ha convocado a una lucha mundial contra el terrorismo, cuyo primer capítulo es la guerra contra Al Qaeda y el gobierno talibán de Afganistán. Últimamente, se ha definido como " simbiótica "( Brees, 2002) la relación entre terrorismo y crimen internacional, especialmente el narcotráfico, en razón de que muchos grupos definidos como terroristas, por Estados Unidos y sus aliados, se financian principalmente mediante el narcotráfico y otras actividades del crimen internacional, ya sea porque