ISBN 0124-0854
N º 85 Diciembre de 2002
El trabajo
Por Luis Tejada *
Peter Paul Rubens ) Holanda 1577-1640 ) y jan Brueghel el Joven ( Holanda1601-1678 ): Adán y Eva en el Paraíso . Tomado de : Das grosse Buch der Malerei . Alemania : Gerorg Westermann Verlag . 1960 .
Del “ príncipe de los cronistas colombianos ” nos llega este texto donde Tejada reflexiona , con el humor ácido y la capacidad de exageración que lo caracterizan , sobre la necesidad de ganarnos el pan de cada día
E
“ El remedio es trabajar ” Carlos Vásquez ( Telegrama sobre la crisis )
n todas las mitologías el trabajo es considerado como una maldición del cielo . El hombre , desde las edades remotas , ha simbolizado su ideal de vida en una quimérica palabra : Paraíso . Pero la primera condición que se requiere para que ese Paraíso sea verdaderamente Paraíso , es que no haya necesidad de trabajar en él . Nadie se figura que en el Paraíso se pueda cargar piedra en zurrones , o llevar contabilidades , o manejar maquinarias . No . Los que están en el Paraíso han de ser , ante todo , unos seres ociosos que viven extendidos sobre la grama o sentados bajo los árboles , con las frutas al alcance de las manos y llenas de paz las almas . La humanidad ha concentrado en esa
bella fábula todo su sueño de felicidad , felicidad que puede ser la única perdurable y completa , puesto que está basada en la pereza , el instinto más firme , noble e indestructible en el hombre . Los tipos de la perfección suma que la imaginación concibe – los dioses – son personalidades eminentemente perezosas , o permanecen estáticas en sus tronos de nubes , o se divierten entregadas a juegos ociosos o a placeres sibaritas . Entonces la pereza es en cierto modo una virtud esencialmente divina ; pero ¿ qué son los dioses ? Son , simplemente , hombres perfectos en un sentido ideal . Por eso , entre el tipo terrestre , el más puro , el más elevado , el que más se acerca a esa perfección , es el que tiene más arraigada y frecuente la virtud de la pereza . El vagabundo , el gitano , el mendigo voluntario , y algunos aristócratas de pura sangre , constituyen dentro del mundo actual los últimos conservadores de la gran dignidad humana y de la tradición del ocio como cualidad suprema , que nos dejó la civilización antigua .
Yo sé que trabajar es necesario , según el orden de cosas que se ha creado y que se hace