ISBN 0124-0854
N º 81 Agosto de 2002
Después de su muerte , casi todas sus obras , antes tan celebradas , perdieron vigencia con sorprendente rapidez , pero nuestra época vuelve a hacer justicia con el indiscutible maestro . El redescubrirniento de Medea ( en su versión italiana ) devela , para el mundo de la música , la gran profundidad humana y psicológica del compositor . Medea exige una personalidad subyugante de una cantante que domine realmente el escenario ; la reposición de la obra en el siglo XX debe atribuirse a la aparición de una verdadera prima donna , una clase de artista que se creía extinguida : Maria Callas . Desde entonces , las sopranos que se consideran capaces de efectos tan sobresalientes intentan apropiarse del papel , uno de los más apasionantes de la literatura operística . Hace una década se exhumó Lodoiska ( 1791 ). del Requiem de Mozart , y sólo el Hostias del propio de Berlioz . .
Sólo deseo que , en los próximos años , el entusiasmo renovado por la música de los pioneros del romanticismo recupere otros títulos del maestro entre los genios .
A quienes con la máxima impertinencia y atrevimiento juzgan que las obras , y , en especial , las misas y los dos requiem de Cherubini , son frágiles , dan hambre y hacen bostezar , dedico este sencillo escrito . Es imposible estigmatizar obras o compositores que se desconocen . Para concluir , ¡ Oh , ironía de la vida !, un dato histórico : en el funeral de Berlioz se cantó la versión íntegra del Requiem en do menor de Cherubini , apartes