Agenda Cultural UdeA - Año 2002 AGOSTO | Page 10

ISBN 0124-0854
N º 81 Agosto de 2002 el de las otras niñas de su edad.
Los trastornos de la conducta alimentaria son especialmente corrientes entre las atletas, porque al parecer el deporte competitivo refuerza las características que suelen estar asociadas a ese tipo de trastornos, como perfeccionismo, elevada motivación para alcanzar buenos resultados, comportamiento obsesivo, control del físico y pasión por los detalles.
Las pautas alimentarias anómalas y las pautas psíquicas relacionadas con este comportamiento, como la insatisfacción con el propio cuerpo, la distorsión de la imagen corporal, la preocupación por la comida y el miedo a la obesidad, afectan particularmente el bienestar de las mujeres en el deporte. Entre las mujeres que practican actividades físicas, son cada vez más las que recurren a laxantes, píldoras dietéticas y diuréticos, así como las que se provocan el
vómito o siguen dietas muy próximas al ayuno total, todo lo cual incrementa las probabilidades de lesiones. Para las mujeres de América del Norte en particular, los años 80 han sido una década de asma inducida por el ejercicio, anemia, amenorrea, fracturas de estrés, anorexia y bulimia. Las clases y los vídeos de aerobic suelen hacer hincapié en la imagen corporal y el bienestar físico, pero en realidad hacen muy poco en el sentido de desarrollar la fuerza, la resistencia y la forma física. Muchos de estos programas están explícitamente sexualizados, con instructoras jóvenes y atractivas, vestidas con prendas sugerentes. Puesto que estas imágenes no suelen ser un reflejo de la realidad, influyen negativamente en la autopercepción y la autoestima de la mujer.
Un último punto que considero interesante es el concepto de tratar el cuerpo de la mujer como si fuera una máquina. Una vez más, la
comunidad médica y los especialistas en ciencias del deporte parecen más interesados en la reparación del cuerpo cuando se producen lesiones, para que ese cuerpo siga activo en la cadena de producción del deporte, que en realizar los cambios necesarios para prevenir la aparición de esas lesiones. Actualmente, es frecuente que los cuerpos de las atletas sean entrenados y modelados por máquinas informatizadas, y divididos en partes fragmentarias que a veces se pueden desechar y reemplazar por otras artificiales. Estamos desarrollando así un cuerpo atlético femenino informatizado, farmacologizado y medicalizado.
Las mujeres deben darse cuenta de que el deporte y la actividad física pueden ser agentes opresores en nuestra sociedad, pero también elementos liberadores para el desarrollo del bienestar de la mujer.