ISBN 0124-0854
N º 77 Abril de 2002
Un texto maravillado ante el poder de la literatura y su capacidad de sobrevivir a cualquier otra construcción humana
Avatares de de la literatura
Por Mario Escobar Velásquez * or largas centurias la literatura ha sido el norte de los ratos libres que el ajetreo diario deja a los seres humanos , el refugio pacífico donde se olvidan aflicciones y contratiempos . No sólo para quienes la escribieron o escriben , sino mayormente para quienes la leen . Ella tiene la virtud de sacar al lector de sí mismo y empotrarlo en otras épocas , otros ambientes , con seres distintos a los del trato diario , es decir que modifica condiciones . No hay duda de que ese es su atractivo mayor . El pobre vive por horas esplendores de otros , y el desdichado se refocila con las dichas de otros seres , o compara sus penas con otras mayores y halla consuelo .
personalidades , actos , caracteres , sucesos : tal vez no haya herramienta mejor para penetrar en el alma de los seres humanos . Cuando Homero nos muestra a un seudo-héroe , Aquiles El Invulnerable , lleno de vanidades , de caprichos , de veleidades femeninas , nos está enseñando que el valor no consiste en ir a la batalla sin miedos porque las flechas no lo penetran y las espadas y lanzas rebotan en la piel endurecida por las negras aguas de la laguna Estigia , sino que consiste en afrontar el riesgo sabiéndose vulnerable . El contrapunto de ese vanidoso es Héctor , el hijo de Andrómaca . Y nadie como él , Hornero , el citareda ciego , supo pintar la fidelidad inconmovible en la figura adorable de Penélope .
Lo anterior para el lector común . Para el mejor dotado la literatura aporta inmensidades distintas . Por lo pronto es capaz de penetrar en las almas y los cerebros de otros seres como penetra un escalpelo en la carne , honda y fácilmente , y desvela para el lector
Homero no explica nada de eso : su literatura es asombrosamente moderna . Esa literatura está construida de hechos que el lector debe saber interpretar , si es que es capaz de ello . Y entonces deduce : a través de los hechos fulgen las almas brillantes , y oscurecen las negras , y