ISBN 0124-0854
N º 73 Noviembre de 2001 multinacionales, aniquila las estructuras de poder establecidas. Y ello sin más costo que la factura telefónica( que suelen pagar los padres). El entusiasmo juvenil, unido al más olímpico desprecio por las normas legales, abre de par en par las puertas de la piratería.
Pero la meta esencial de la juventud en la Red no es usurpar la propiedad intelectual, sino utilizar ese medio para participar en un intercambio cultural mundial sin depender de la industria musical. Han resucitado, por ejemplo, el viejo principio anarco – comunista de la economía de trueque:“ Negocia con lo que tengas porque, de todos modos, ¿ quién necesita dinero?” Pilot FM, una marca MP3 establecida en Viena y nacida de la fusión entre proveedores de servicios de Internet independientes y artistas de la música electrónica, anuncia en su sitio web:“ Como no cobramos por descargar, agradeceremos cualquier tipo de donación— material informático, programas, cheques de viaje, sopa en lata, café instantáneo y cualquier cosa que haga la vida más placentera.”
El ciberespacio sale a la calle
Otra innovación es el desarrollo de software gratuitos, lo que permite aplicar el principio según el cual cuantas más personas trabajen sobre un producto y lo prueben, mejor será. Esta regla ha quedado demostrada en múltiples oportunidades en la concepción de soportes lógicos. En cuanto al
aspecto cultural, esa misma tendencia favorece la renuncia a los derechos de autor:“ Da a conocer tus ideas, ve lo que otros hacen con ellas y eso te ayudará en tu propia creación.” Por ello en Internet abundan los bancos de samples( muestras) y los archivos midi para almacenar sonidos y ficheros musicales. Un músico hip – hop de vanguardia que busca chillidos de rata puede encontrar en un archivo el sonido con el que siempre soñó. Puede luego, a su vez, transformar ese sonido y enriquecer así el banco.
Los archivos permiten también a las radios en línea ampliar su repertorio. Pararadio, una radio DJ instalada en Budapest, es un ejemplo entre tantos otros. En ella se suceden a toda velocidad un nutrido elenco de disc – jockeys y artistas de música electrónica. Daniel Molnar, uno de los inspiradores del proyecto, explica:“ No necesitamos recurrir a discos de samples existentes porque podemos tomarlos gratis de Internet.”
Pero la subversión va más allá de los ataques a la industria musical. Afecta a la esfera política. La desobediencia civil y el espíritu revolucionario se han trasladado a las redes electrónicas. En los años ochenta, los piratas informáticos simbolizaron la oposición militante.“ La información quiere ser libre”, clamaban mientras divulgaban ficheros confidenciales. Hoy, las calles de Viena son el punto en el que confluyen la
resistencia, la cultura juvenil e Internet. Desde que el nuevo gobierno de derecha asumió el poder a principios del año 2000, grupos de jóvenes como“ Volkstanz” organizan vía Internet manifestaciones callejeras semanales con disc jockeys en vivo y en directo. En su sitio web se burlan de los vanos intentos del gobierno de controlarlos:“ Todos los insultos son bienvenidos: somos la generación hedonista de Internet, la pista de baile del movimiento de resistencia.”
La radio de Belgrado B 2 – 92( ex B92), otro ejemplo de esta cultura cibersubversiva, anuncia:“ Al difundir música con un mensaje político y social sutil, pero inconfundible, Radio B92 se enfrentó a la estética impuesta a una mayoría silenciosa incapaz de impulsar actitudes liberales durante la desintegración de la ex Yugoslavia.” Con su frecuencia constantemente amenazada de clausura, Free B92 en línea ha pasado a ser un punto de encuentro más allá de las fronteras de la ex Yugoslavia.
Muy pronto, estas radios se apoderaron de los formatos audio de la Red para vincular al ciberespacio con la calle. En Londres, Irational. org no es una excepción. Además del anuario de radios piratas, propone también una guía de la radio en Internet elaborada por productores europeos. En ella los jóvenes encuentran todos los detalles técnicos para conectar las radios en línea con emisoras FM de baja potencia.