Agenda Cultural UdeA - Año 2001 MARZO | Page 3

ISBN 0124-0854
N º 65 Marzo de 2001

Acerca de la mujer en el teatro

Por: Gilberto Martínez

L

a cultura teatral occidental evidentemente tiene sus orígenes en la Grecia Antigua. Y parece ser que el teatro, como hoy lo concebimos, surge de los rituales religiosos. Las obras de teatro se presentaban en honor al dios Dionisos en el monte Elephebolion, durante los meses de marzo y abril, y duraban de siete a ocho horas. La pregunta que nos podríamos hacer es: ¿ había una participación de la mujer en dichas representaciones?
La información que se tiene es que las mujeres eran excluidas del espectáculo teatral. Pero la situación no deja de ser
confusa porque, a su vez, se sabía que las mujeres participaban en los festivales de la cultura minoica haciendo el rol de diosas.
Los grandes dramaturgos de la época de oro del teatro crearon hondos y profundos personajes femeninos en sus obras, y algunos de ellos tenían nombre propio: Antígona y Fedra, por citar a sólo dos de las más conocidas tragedias con nombres de mujer.
Al perecer las mujeres que asistían al teatro eran aquellas a las que se les denominaba hetairas y cortesanas; por el contrario, a las damas se les permitía asistir a las ceremonias religiosas,
pero no a las funciones teatrales.
Para los años 560-636 escribía Isidoro de Sevilla: actores son aquellos hombres que vestidos de mujer( imitan) los gestos de las impúdicas … en piezas que( muestran) los estupros de las vírgenes y los amores de las meretrices en los teatros que se llaman también prostíbulos porque … ibi meretrices, prostabant, se reunían allí las prostitutas. Este tipo de anatemas ha pesado desde tiempos inmemoriales, y ahora se ha revestido de nuevas formas de expresión, sobre el papel de la mujer en el teatro y su función, considerado por la iglesia