ISBN 0124-0854
N º 74 Diciembre de 2001
I
Presentación
ndependientemente de cuál sea la propia religión, puede uno, si así lo quiere, encontrar en los evangelios un valor adicional: son sin duda grandes historias. Y es que, desde un principio, la religión cristiana ha estado muy asociada con la idea de narrar, de contar, de relatar. Después de todo, si uno se atreve a analizar a las parábolas como textos literarios – más allá de su valor religioso – y descubre así estructuras similares a las de la fábula, se convencerá de que Jesucristo no tenía, como narrador, nada que envidiarle a Esopo o La Fontaine.
La tradición ha continuado ininterrumpidamente a lo largo de los dos milenios desde que, según la Iglesia, naciera el Hombre Dios. Dos momentos principales tiene la historia de Cristo: su nacimiento y su muerte, la Navidad y la Pasión. Y estos dos acontecimientos se han relatado en miles de ocasiones en distintas formas.
Los ejemplos abundan. En la Edad Media uno de los grandes acontecimientos de las ciudades y pueblos feudales era la llegada de compañías de actores ambulantes, que representaban la historia divina en los llamados“ autos sacramentales”, remoto origen del teatro occidental. Por siglos innumerables peregrinos recorrieron los caminos de Europa esperando ganar los favores divinos, o simplemente ver aumentar su fe, al ir de iglesia a iglesia para contemplar las distintas reliquias – la punta de la lanza que hirió a Cristo o un pedazo de la cruz-, a las que suponían testigos de las grandes historias narradas en el Nuevo Testamento, como objetos que desempeñaron un papel fundamental dentro del relato sagrado. Durante el siglo XVII en Leipzig, el evento musical de cada año era la representación de la Pasión en forma de drama cantado, por parte de un coro variopinto donde se mezclaban campesinos y luminarias del arte vocal, según las creaciones de un compositor que luego daría mucho de qué hablar: Johann Sebastian Bach.
Siguiendo esa tradición milenaria, en su edición de diciembre, la Revista Agenda Cultural Alma Máter presenta a sus lectores una pequeña selección de relatos escritos bien sea en torno a la figura de Cristo, o sobre estas fechas en que conmemoramos su nacimiento, como un regalo de Navidad para toda la comunidad.