Agenda Cultural UdeA - Año 2000 SEPTIEMBRE | Page 5

ISBN 0124-0854
N º 60 Septiembre de 2000 confrontación armada es compatible con una dictadura bien instaurada, donde la omnipresencia del terror paraliza toda acción que exprese la diferencia y, a la vez, crea otros mecanismos, no siempre civilizados, para dar salida a la inconformidad. Este planteamiento para el caso colombiano permite, lastimosamente, colegir que la guerra ha sido una de las maneras de expresar las diferencias en el país. Una sociedad democrática, en cambio, se caracteriza por resolver sus problemas y conflictos por medio de los argumentos, que no son otra cosa que la utilización de la razón y de su mecanismo más expedito, la palabra.
La relevancia otorgada al uso de la palabra está dada porque la paz, en términos democráticos, reconoce y posibilita el debate, el conocimiento de las ideas y la manera en que los otros comprenden el mundo, es acción comunicativa que se contrapone a las situaciones de terror caracterizadas-aunque no exclusivamente- por el silencio obligado de quienes, teniendo que decir algo, han quedado sin palabra.
En segundo lugar, la cotidianidad de la democracia es favorable para la paz en cuanto consolida prácticas políticas y sociales entre los habitantes, de manera que los logros y los fracasos de una sociedad se vuelven el resultado de la coparticipación, con sus respectivos grados de responsabilidad, de electores, elegidos y clases dirigentes. En la medida en que aumente la corresponsabilidad política y social de los habitantes sobre las decisiones que afectan sus vidas, aumentarán las posibilidades de una paz duradera.
La palabra y la corresponsabilidad implican abrirse a la verdad de lo que no se es, y es éste uno de los aportes más importantes para que una sociedad aprenda a convivir, ya que corresponde a cada uno de los actores que la conforman la tarea de empezar a construir sus certezas, las nuevas o distintas verdades donde el otro cuenta y es un igual en la condición que nos une: humanos.
Adrián Restrepo, miembro del grupo de trabajo en Asuntos de Paz y Convivencia.