ISBN 0124-0854
N º 61 Octubre de 2000 una clase de canto. Pero a él no le gustaba cantar, y mucho menos estaba interesado en ser cantante profesional. Después de la desilusión vivida con su primer maestro, estudió técnica vocal con un barítono, y trabajó repertorio con un preparador. A los 18 años, siendo estudiante de administración de empresas en la Universidad de México, se sintió preparado para su primer recital profesional, al que, por invitación de su padre, asistió Irma González, reconocida profesora del Conservatorio Nacional de Música. Impresionada por su voz y por su musicalidad, lo motivó a continuar sus estudios de canto en la institución donde ella era maestra. En 1970, durante su cuarto semestre de preparación, Araiza comenzó a estudiar repertorio alemán de ópera, y lieder con la maestra vienesa Erika Kubacsek.
Cuando Francisco Araiza obtuvo el tercer premio en el Concurso de la ARD, y fue clasificado como cantante mozartiano, el jurado le recomendó que se quedara en Alemania y se concentrara por completo en el estudio de las obras de Mozart. Por esa misma época, el Karlsruhe Staatstheater había programado un ciclo completo en homenaje al compositor salzburgués, que duraría varias temporadas; así que el Director del concurso aprovechó la ocasión y concertó una audición para Araiza, que tuvo como resultado una brillante presentación, después de la cual le ofrecieron un contrato por dos años. Sin embargo, Araiza continuaba buscando un maestro que le enseñara el“ estilo mozartiano” que todavía desconocía. La respuesta de Richard
Francisco Araiza( Fotógrafo: Hans Joachim Mirschel)
Holm fue inmediata. Lo aceptó en su clase superior y en la del pianista Erik Werba en la Munich Hochshule für Musik. Pese a todas las consideraciones, Holm opinaba que su alumno estaba idealmente dotado para el repertorio italiano, y que, por ningún motivo; debía abandonarlo en favor de Mozart. En 1977, después de su matrimonio, Araiza se vinculó con la Zurich Operhaus. Con posterioridad a 1978 ha obtenido contratos permanentes con la Opera de Baviera, los Festivales de Bayreuth y Salzburgo, La Deutsche Oper de Berlín, el Royal Opera House, Covent Garden de Londres, La Scala de Milán, la Opera del Estado de Viena y el Metropolitan Opera de Nueva York.
Ha trabajado, además, con los más grandes directores de orquesta: Herbert von Karajan, Sir Colin Davis, Sir Neville Marriner, James Levine, Claudio Abbado, Nikolaus Harnoncourt, y productores tan famosos como Jean- Pierre Ponnelle, August Everding, Otto Schenk y Franco Zeffirelli.
Pero, Araiza piensa que lo más sobresaliente de su carrera, lo que lo enriqueció y gratificó más como artista, fue el trabajo que realizó bajo la dirección de Herbert von Karajan: La Flauta Mágica, el Requiem y la Misa en do menor de Mozart, Falstaff de Verdi, La Creación de Haydn, y el Te Deum de Bruckner.“… Si mi carrera hubiera terminado después de esta colaboración, lo mismo estaría contento de haber sido un cantante”, ha manifestado el tenor mexicano en diferentes oportunidades.
Además de todas sus brillantes