Agenda Cultural UdeA - Año 2000 NOVIEMBRE | Page 19

ISBN 0124-0854
N º 62 Noviembre de 2000 raíces hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo obscuro y profundo: hacia el mal” 2. Ese parece el destino que aguarda a todo aquel que se asoma a la sabiduría, buscando sus cimas rebasa límites que lo llevan a infiernos desconocidos, pero sólo de este modo puede encontrar aquello que desesperadamente busca.
Apolo y Dionisos sostienen la cuerda por encima de la cual se desplaza el volatinero 3, ellos a destiempo la templan y distienden, y ponen en serio peligro de caer al volatinero, que sólo puede abstenerse gracias a sus ingeniosos malabares, que le permiten sustraerse momentáneamente al juego de esos tiranos.
Lo que subyace en todo este intrincado mundo del filosofar es el mundo de la vida, esa vida que convoca a ser experimentada mediante el juego, juego que para el filósofo es transformación y construcción de sentido en el horizonte de un tiempo dado.“ El que sabe apreciar la comedia y la tragedia de la vida es el que sabe sustraerse a la sugestión de los objetivos que ocultan el juego que se juega con nosotros” 4.
“ El juego mismo siempre es un riesgo para el jugador. La fascinación que ejerce el juego sobre el jugador estriba precisamente en ese riesgo; se disfruta de una libertad de decisión que sin embrago no carece de peligros y que estrechando inapelablemente” 5. En esto estriba la esencia de todo filosofar, de toda escritura, de toda palabra: arriesgarse a tirar los dados a sabiendas de que se puede perder y así jugar.
La fascinación de lo que puede encontrarse al final de la partida vence el miedo a los fantasmas que pueden salir al paso. Se convoca el azar y éste trae consigo toda su carga de dolor y felicidad para ser puesta en escena. El volatinero juega su mejor papel suspendido
en la cuerda; en su cara se pueden advertir los signos de la lucha interior que sostiene; el tiempo parece infinito y las fuerzas están en límite de su resistencia; poseído de terrible emoción, avanza resueltamente … un traspiés y todo habrá fluido para él.
Así como avanza el volatinero por la cuerda floja, así avanza la filosofía por la vida; apenas sostenida por Apolo y Dionisos, cada uno tirando para su lado. Si tira más fuerte Apolo, gana el mundo de las certezas, de la vida útil, organizada; si en cambio el que vence es Dionisos, triunfa el mundo del desorden, del caos, de la vida que atropelladamente se abre paso por entre la multitud que atónita contempla el magno
“ Cuanto más quiere el hombre subir a las alturas y a la luz, más vigorosamente tiende sus raíces hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo obscuro y profundo: hacia el mal”,
Ese parece ser el destino que aguarda a todo aquel que se asoma a la sabiduría, buscando sus cimas, rebasa límites que lo llevan a infiernos desconocidos, pero sólo de este modo puede encontrar aquello que tan desesperadamente busca.