ISBN 0124-0854
N º 56 Mayo de 2000 seis años que ofrece limpiarlo, la realidad de quienes se montan a los buses a ofrecemos costureritos por mil pesos, la de los árboles que talan con el hacha de los mayores o la libertad que ya no perfuma las montañas de mi tierra.
Y esto que menciono no es volver a los aspectos“ negativos”, pues lo negativo del mendigo no es él mismo o la imagen que se haga de él, sino la realidad que lo genera, esa realidad que nos toca y nos duele, esa que debería ponemos a reflexionar, por lo menos a tratar de entenderla.
Es ésta una de las razones de ser del documental en nuestro medio o, inclusive, en cualquier otro medio: si al cine se le considera el espejo que nos devuelve la imagen, aun la de la ficción, ese
espejo se hace mucho más importante y valedero cuando hablamos de la imagen documental. Llevemos la analogía a su caso más simple. Si es importante que la actriz, tras ser vestida y maquillada, se reconozca ante el espejo para interpretar su papel, es aún más importante esa confrontación diaria que hacemos cada uno frente al espejo, como una forma de reconocemos, de ir viendo nuestra transformación, de tomar medidas frente a lo que no nos guste de nosotros. Pensemos por un momento que hiciéramos verdad ese verso de Joan Manuel Serrat sobre su padre, quien“ se hizo viejo sin mirarse al espejo”. Cuál no sería nuestro impacto al volvemos a ver al cabo de muchos años y ser otros diferentes de aquellos que creíamos ser.
Ese es el peligro que corremos hoy cuando, huyéndole a la realidad y a las formas morbosas de representarla, le pedimos al espejo que nos devuelva lo que no somos, tal y como lo hace
la madrastra en el famoso cuento de La bella durmiente:“ Espejito, espejito, dime que yo soy la más bella”. Por esta vía corremos el riesgo de morir finalmente envenenados por nuestra propia manzana.
Nos movemos entre dos formas del lenguaje audiovisual: la noticia y la propaganda, extremos viciosos de representación de la realidad. Una alternativa frente a ellas es el documental. Importa entonces desentrañar las diferencias entre el documental y la noticia. Puede suceder que uno y otra lleguen a abordar un mismo tema, la diferencia radica en el tratamiento. Mientras la noticia se centra en la información, y para ello la rigen principios de inmediatez, en este proceso se privilegia con bastante frecuencia aquella parte de la información que más llama la atención, la que rompe con lo cotidiano y se hace extraordinario, es aquel principio periodístico del que tanto se habla en las facultades de comunicación: Si un perro