ISBN 0124-0854
N º 58 Julio de 2000 ellos , el Parque Berrío es sólo una estación más del metro .
El mercado
Un cambio interesante ha sufrido el piso del parque , que pasó de ser un rastrojo a una plaza empedrada , a finales del siglo pasado ; allí se institucionalizó el mercado en pequeños toldos , donde los campesinos del valle vendían sus productos . Luego se vio la necesidad de trasladar el mercado y , para ello , los ricos que habían comenzado a viajar a Europa trajeron la idea de construir un mercado cubierto en las afueras y convertir la plaza en un parque de estilo francés donde pasearse por las tardes .
El parque siempre ha estado rodeado de vías que dieron nacimiento al desarrollo vial de la ciudad ; por él pasaron , hasta los sesenta , todas las rutas de buses y se convirtió en lugar de transbordo de diferentes rutas .
Esto caracterizó a Medellín como una ciudad concéntrica , en contra de la forma misma del valle que plantea una ciudad lineal .
Los otros ciegos
Pero llegaron los otros ciegos , los que no quieren ver , los planificadores que comenzaron por desmontar el centro , en funciones : el comercio para esta zona , los bancos para esta otra , los ricos a vivir en Laureles , y así y todo pensaron que , como el niño que desbarata el juguete , es posible volver a armar todo . Sin embargo sólo lograron que les quedara una ciudad desarticulada , cada día más especializada en sus funciones y menos integrada en la vida urbana . Hoy los ciegos han triunfado , al parque pocos lo ven aplastado por esa mole que es el metro y que será , si lo permiten los planificadores , el inicio de otra ciudad donde la nostalgia no sea más que eso : Nostalgia .
Ramiro Henao , Taller de Arquitectura