ISBN 0124-0854
N º 49 Septiembre de 1999
Esculturas como La adivina, Tango azul, El vals, Niña Bien, Niña con peinetón español y Rita, ponen en escena episodios de historias que nacen de la realidad y de las tradiciones. Grau toma los motivos de su arte de las circunstancias, de los rituales y procesos que se viven en la cultura popular, y los elabora artísticamente con una retórica mesurada de los gestos y de los vestuarios. Produce obras que nos sorprenden, por las formalizaciones imprevistas y novedosas, dotadas de una juvenil picardía o de un agrio sarcasmo, frente a otras propuestas en el terreno de las artes plásticas nacionales. Los dibujos hacen parte de la serie Galápagos, una de sus más recientes producciones. En ellos podemos percibir una mutación en las preocupaciones estéticas del artista, notable desde cuando abordó el tema de las Mariamulatas, pájaros negros que pueblan El Caribe colombiano con sus revoloteos y algarabías.
Grau nos tenía acostumbrados a presenciar obras que nos ofrecían la visión particular de su mundo y de sus circunstancias en un lenguaje fastidioso, festivo, festivo, a veces de trágica ironía, o de sarcasmo sutil. Pero, con las Mariamulatas y con los seres que pueblan a Galápagos, nos descubre la vida secreta de seres que siempre han estado como telón de fondo de nuestra vida diaria, con una existencia anónima y una presencia casi inadvertida. Un Grau maduro, compañero del siglo, ya casi imperturbable y despojado de todos los artificios de la vida social, de sus gustos y refinamientos, de sus juegos y disfraces, devela en esos seres inadvertidos“ un mundo vital con su propio ritmo, lánguido y mágico”( Grau, 1994).
Las Mariamulatas siempre estuvieron ahí, resonando en el eco de sus chillidos, en el paisaje que le fue familiar toda la vida. Las iguanas, por las que profesa un afecto especial, adormecidas en el desván de sus recuerdos, ahora despiertan de su letargo con la carga de su memoria ancestral, con una omnipresencia que rebasa la efímera temporalidad de nuestra propia vida. Grau visita la dimensión oculta de esos seres anodinos, para traerlos a una presencia que se toma
TANGO AZUL Bronce 1985 79X60X60cm