Agenda Cultural UdeA - Año 1999 SEPTIEMBRE | Page 21

ISBN 0124-0854
N º 49 Septiembre de 1999
Y el dominio de la pintura fue aún mayor a lo largo del siglo. La escultura parecía haber desaparecido después de 1850, como consecuencia de la crisis de los valores ideológicos vinculados a la idea del monumento público, hasta un punto tal que, por ejemplo, el taller en el cual trabajaba Rodin se vio obligado a emigrar a Bélgica para buscar un medio más tradicionalista. Por el contrario, las discusiones de los impresionistas y las grandes revoluciones de Cézanne, Seurat, Van Gogh y Gauguin se desplegaban esencialmente en el terreno de la pintura y, lo que es quizá más importante, intentaron siempre desarrollar los problemas de la superficie bidimensional y eliminar la ilusión de la profundidad que desde el Renacimiento se buscaba por medio de la perspectiva.
No es exagerado decir que todas la Vanguardias se movieron siempre en el campo de la pintura, inclusive hasta después de la Segunda · Guerra Mundial, y con algunas excepciones hasta mediados de los sesenta. ¿ Qué ocurrió entonces? ¿ Cómo puede entenderse un agotamiento tan repentino?
Siempre podrá decirse que las artes son fenómenos históricos y que, como tales, pueden surgir y desaparecer; así murió
... sin ninguna duda, mientras el arte se entienda como creación libre, como investigación estética, como manifestación de la riqueza polifacética del hombre y del mundo, seguirá existiendo la pintura como medio del arte, como posibilidad y como historia cultural.
el mosaico bizantino, el vitral gótico, la jardinería como arte, y casi la pintura al fresco. Pero es una explicación abstracta que nada aclara porque se limita a señalar que todos los productos humanos y naturales están destinados a desaparecer. Tal vez valga la pena buscar en la historia motivaciones más concretas, que pudieran ayudar a entender lo que está sucediendo con la pintura.
Una de las causas, quizá el desencadenante de todo el proceso, puede encontrarse en el desarrollo de la fotografía. La invención de Daguerre fue anunciada el 18 de agosto de 1839 como una herramienta para la investigación científica de la naturaleza, y no como una técnica al servicio del arte; pero muchos artistas entendieron que la pintura había muerto aquel mismo día en manos de la tecnología. La colaboración entre ambas ha sido cada vez más intensa desde entonces, pero no puede negarse que la pintura experimentó, por ello, cambios insospechados y murió, en efecto, buena parte de lo que antes pasaba por pintura. El fotógrafo se apropió rápidamente de los géneros del retrato, de los panoramas rurales y urbanos, de las ilustraciones y de los reportajes, de las copias y, en general, de todos los campos cubiertos por los llamados pintores“ de oficio”( que, en el caso de