Agenda Cultural UdeA - Año 1999 MAYO | Page 5

ISBN 0124-0854
N º 45 Mayo de 1999 para obligarlos a trabajar en la agricultura y en la minería. Durante los primeros años del período colonial se presentaron grandes niveles de extracción de oro de los ríos pequeños en las provincias de los ansermas, los quimbayas y los armados, que atrajeron a conquistadores y a colonizadores, y lo que condujo a la fundación de las ciudades de Anserma( 1539), Cartago( 1549) y Arma( 1542).
La situación del indio, sometido a la explotación sin control por parte del encomendero, fue evolucionando hasta convertirse en un peón con la consiguiente pérdida de su cultura. Para el siglo XVII la crisis era evidente por la escasez de fuerza de trabajo indígena, y por las insurrecciones de éstos, en especial de los pijaos que llevaron a que se aumentaran los costos de la extracción de oro, y a la decadencia de ciudades como Cartago, Anserma y Arma.
La Corona, para evitar los servicios personales que tanto habían contribuido a la diezma de la población aborigen, organizó pueblos de indios o resguardos en 1627( entendiendo por pueblos de indios, la concentración de una o varias tribus en determinada área), para favorecer el adoctrinamiento y el recaudo de los tributos.
Terminada la colonia, los propietarios de las minas eran en su mayoría mestizos y mulatos que trabajaban directamente en las minas ayudados por algún esclavo. Lo anterior cambió a partir de la independencia, pues la zona
adquirió importancia y gran desarrollo económico por la entrada de capital inglés( ingenieros europeos con moderna tecnología), que dio un nuevo vigor a la región.
El auge de la minería estimuló un fenómeno que se evidenciaba desde principios del siglo XIX: el desequilibrio entre minería y agricultura. Para lograr la armonía entre los sectores vino el proceso de colonización en dos direcciones: la empresarial y la espontánea. Minería y colonización se abrieron paso rápidamente, contribuyeron a la fundación de los pueblos, integraron regiones, despertaron zonas aletargadas por el largo período de la colonia y agitaron la vida social.
Así se dieron las bases para la descomposición de los resguardos y los pueblos de indios constituidos en 1627, fenómeno estimulado por las reformas económicas y sociales producidas en el país a partir de 1850, en la llamada“ revolución del medio siglo”.
Desde la llegada del europeo a sus territorios, las comunidades indígenas conservan parte de sus tradiciones y de sus costumbres prehispánicas, que han logrado sobrevivir en combinación con elementos africanos y europeos influidos, a su vez, por la colonización antioqueña y por otras corrientes. Allí aparece una vasta y compleja cultura donde se evidencian ricos e interesantes elementos sincréticos del folclor nacional, productos de las mezclas culturales entre indígenas, negros y