ISBN 0124-0854
N º 45 Mayo de 1999 un currículo en el cual puedan concurrir simultáneamente conocimientos, procedimientos y valores de tipo universal, saberes y experiencias, costumbres y hábitos de carácter local?
Considero que un currículo organizado según la metodología de proyectos, sería una buena alternativa que la presencia de la universidad en cada uno de habitantes de las regiones cobre sentido; proyectos culturales que combinen necesidades e intereses de los estudiantes con propuestas formativas, con el fin de buscar conjuntamente el desarrollo humano, social y científico.
Consecuentemente con este tipo de currículo, el aprendizaje basado en la solución de problemas regionales, requiere una estrategia metodológica que le permita obtener una visión crítica sobre su papel dentro de la comunidad, y un conocimiento de las eventualidades que debe atender como profesional.
Esta metodología busca promover la investigación como una herramienta para que profesores y estudiantes asuman su función social, y desarrollen estrategias que permitan a la universidad formar profesionales con capacidad para conformar comunidades científicas y académicas, que produzcan los conocimientos, los procedimientos y los valores necesarios para el desarrollo una de las regiones.
Sin duda, el trabajo en las regiones es un reto para que los maestros contribuyan a la formación de un profesional, a la manera de un investigador social, que
desde los elementos de la investigación pedagógica y científica, pretenda transformar las condiciones de vida de munidad desde diferentes campos del saber.
Cobra sentido entonces, en esta propuesta de trabajo para el maestro, su papel como promotor cultural y ente dinamizador de proyectos de tipo social, con la ayuda del tratamiento pedagógico.
Ello requiere, además, una disposición para ayudar que está latente en cada uno de ellos, y para dejarse seducir por otras lógicas, visiones y hábitos. Pero si lo anterior es importante, también lo es compartir con los demás colegas de los diferentes programas, pues sólo de esta forma será posible intercambiar las experiencias que permitirán satisfacer las múltiples necesidades y expectativas enmarcadas dentro de la universalidad del conocimiento.
Finalmente, siguiendo a Stenhouse y a sus discípulos, considero que los maestros tienen una gran responsabilidad en los procesos de construcción curricular; por tanto, es de vital importancia su participación con los demás actores educativos, en la selección de los elementos de la cultura, necesarios para realizar un acompañamiento a los procesos de desarrollo sostenible en la regiones, ya que el docente es, en última instancia, el directo responsable de liderar los procesos de diagnóstico, diseño, ejecución y evaluación de los procesos curriculares.