ISBN 0124-0854
N º 42 Febrero de 1999
Hundertwasser. Fragmento Hombre con el dedo en la nariz y luto por Egon Schiele. París, 1965
¿ Informar hoy?... ¡ Tan solo una ilusión!
Por: Gonzalo Medina P.
Para que el lenguaje empiece a coincidir con la realidad del periodismo colombiano, paso previo para comprender aquélla, tenemos que eliminar el término periodistas y crear el de instantaneístas 1, para referimos a quienes hoy dan cuenta del acontecer noticioso.
Hablar de periodistas conlleva la exigencia de informar periódicamente sobre lo que sucede cada día, lo cual le da al profesional el tiempo necesario para no solo registrar el hecho sino también digerirlo y ayudar a que el receptor también lo asimile. La fabricación de noticias a toda hora y en todo lugar, para ser emitidas de inmediato-porque esa es la consigna
informativa- nos aleja cada vez más de esa posibilidad.
Sucede entonces que con el instantaneísta asistimos a la transmisión en directo del hecho, sea radio o televisión, de lo cual dicen que se deriva el supuesto principio pedagógico“ ver es aprender”, el que a su vez se convierte en lema de la empresa informativa como expresión de su eficacia. El hecho de que el televidente pueda observar con sus propios ojos cómo Estados Unidos ataca a Irak, semejando los juegos pirotécnicos de las recordadas fiestas parroquiales, hace que aquél se sienta testigo de la noticia y, como lo afirma Ramonet, sin riesgos de equivocarse en su valoración del hecho.
En medio del culto a la empiria, y del deterioro de razón como ejercicio clave