Agenda Cultural UdeA - Año 1999 DICIEMBRE | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 52 Diciembre de 1999
podría …!, y esto no es tomar Su nombre en vano”). En vez de todo eso, le estoy haciendo una cometa. A ella le gustaría regalarme una bicicleta( lo ha dicho un“ millón de veces:“ Si yo pudiera, al menos, Buddy. Ya es bastante malo pasar la vida sin lo que‘ uno’ desea; pero, que Dios lo confunda, lo que me fastidia es no poder dar a ' alguien ' lo que deseo que tenga. Pero cualquier día lo haré, Buddy. Te encontraré una bicicleta. No preguntes cómo, la robaré quizá”). En vez de eso, estoy casi seguro de que me está haciendo una cometa …, igual que el año pasado, y que el anterior: el anterior a ese nos regalamos hondas. Todo lo cual me parece muy bien. Pues somos campeones de vuelo de cometa, sabemos estudiar el viento como los marineros; mi amiga, más experta que yo, puede elevar una cometa cuando ni siquiera sopla brisa suficiente para arrastrar las nubes. La víspera de Navidad, por la tarde, reunimos un níquel y vamos a la carnicería a comprar el regalo tradicional para Queenie, un buen hueso de ternera para roer. El hueso, envuelto en papel fantasía, se cuelga alto en el árbol, cerca de la estrella de plata. Queenie sabe que está allá.
Se agazapa al pie del árbol mirando hacia arriba en un arrobo codicioso. Cuando llega la hora de ir a dormir se niega a moverse. Su excitación es igualada por la mía. Levanto a patadas las mantas y doy vueltas a la almohada como si fuese una abrazadora noche de verano. En algún lugar canta un gallo, falsamente, pues el sol está todavía al otro lado del mundo.- ¿ Buddy, estás despierto?
Es mi amiga que me llama desde su habitación, contigua a la mía; y un momento más tarde está sentada en mi cama, sosteniendo una vela.-Bueno, no puedo dormir ni tanto así- declara-.