ISBN 0124-0854
N º 32 Marzo de 1998
HERENCIA DE UN GRAN CORAZÓN
Desolado se eleva en el crepúsculo al suavísimo canto de Amina, la criatura más cándida de Vincenzo Bellini:“¡ Ah! non credea mirarti sì presto estinto, o fiore”. [“ Ah! no puedo creer, que rápido se ha extinguido esta flor”].
Arnaldo Fraccaroli
Por: Jorge Orlando Arango Álvarez *
E
scribir sobre un ser, a quien uno siempre admiró y que fue, y sigue siendo para mí un paradigma, no es cosa fácil. Qué podría decir yo sobre Luis Alberto Álvarez,“ ese ser humano que murió por tener un gran corazón”. ¿ Que su legado son solo sus películas, libros y CD? No, eso no es nada. Su legado fue en realidad ese deseo de compartir su soledad con la soledad de cada persona que conoció, para extender así ese puente invisible que une el arte con la vida. De él aprendí ese gusto cada vez más entrañable por la agria voz de María Callas, de lo que puedo decir de manera sencilla y clara,
fue una de las enseñanzas que han cambiado mi esencia. ¿ Qué podría hacerse, con eso que creen que son sus películas, libros y discos compactos? Es una pregunta muy difícil de responder. Solo se me ocurre, que a Luis Alberto le hubiera gustado que fueran patrimonio cultural de la ciudad y que toda persona deseosa de conocer, los disfrutara al máximo. Esto lo sé, porque siendo una persona, que no podía pagar sus cursos de ópera o cine, siempre fui invitado por él para profundizar cada vez más en estos géneros. Pero no solo fui yo, fueron también Carlos Augusto, Paula, Carlos Mario, Mónica y otros amigos que conocí por intermedio de Luis Alberto, a los que al igual que a mí acogió y dio sus conocimientos sin restricciones ni censuras. Por eso me atrevo a decirlo así de claro, sus pertenencias deben ser patrimonio cultural de la ciudad. ¿ Qué uso educativo y cultural deberíamos darle a sus pertenencias? Solo el que Luis Alberto le dio en su corta vida: compartirlas con los demás. Qué no sea un material muerto, sino un material vivo y en movimiento, siempre dispuesto para nuevos conocedores de él, siempre formando y