ISBN 0124-0854
N º 37 Agosto de 1998 nuevos usos, integrándolo a la vida contemporánea y conservando sus valores históricos y estéticos.
Pero tal vez donde más ahincada se da la pelea por la conservación del patrimonio cultural, es en el campo de la difusión, porque no hay leyes ni compuestos químicos que la protejan contra el olvido y la indiferencia. Difundir nuestro patrimonio cultural, es hablar de aquellas creaciones hechas en un pasado lejano o reciente que llevan en sí el germen de nuestra identidad cultural, es enfatizar su carácter de actualidad promoviendo su importancia no sólo como un medio de conocer nuestro pasado grupal, sino sobre todo de entender nuestro presente afianzándolo como un punto de partida para visualizar nuestro futuro.
En 1995 la administración de la Universidad de Antioquia así lo entendió y dio vida al Programa Guía Cultural, adscrito a la División de Extensión Cultural, cuya labor primordial de ahí en adelante, sería la de promover nuestro Patrimonio Cultural más próximo: la Universidad.
La Universidad de Antioquia, a través de sus vivencias y de las diferentes denominaciones que ha recibido desde el siglo XIX, fruto del proceso histórico del país y de las demandas socioeconómicas que ese proceso le ha impuesto, lleva en sí la huella que se puede seguir, conociendo la historia arquitectónica de la Universidad, desde sus inicios en la Plazuela San Ignacio,
hasta la actual ciudadela universitaria. Además las obras artísticas, entre las que se encuentran el mural del maestro Pedro Nel Gómez: El hombre ante los grandes descubrimientos de la física y esculturas como El hombre creador de energía y El Cristo cayendo, del maestro Rodrigo Arenas Betancur, El sembrador de estrellas de Alonso Ríos y La Sociedad símbolo de Salvador Arango; permiten seguirle el rastro a los valores estéticos e ideales de un pueblo.
Bien podría considerarse a la Universidad de Antioquia como patrimonio cultural, espacio por excelencia de comunicación que se nutre y se transforma de su propia realidad social y de la cotidianidad de sus hechos, desde el más rutinario hasta el más complejo y aparentemente inexplicado. La Universidad cumple un papel fundamental indelegable en la sociedad, en tanto es dinamizadora de procesos culturales por el conjunto de actividades desplegadas por los individuos que generan sentido de pertenencia, además porque es irradiadora de cultura y progreso y sus egresados han sido elemento esencial para el desarrollo social y económico del país. Pero sobre todo porque con sus referentes históricos, arquitectónicos y artísticos, se ha convertido en documento valioso de las vicisitudes y anhelos de aquellos que la han habitado desde hace ya casi dos siglos.
Precisamente el Programa Guía Cultural, desde su creación y a través de actividades como visitas guiadas por