ISBN 0124-0854
N º 21 Marzo de 1997
Siempre un extranjero
Detlef Scholtz, profesor de canto de la Universidad, es el invitado internacional en este mes dedicado a Alemania.
Por: Diego Guerrero
Detlef Scholtz es como su nombre, que al principio es difícil de pronunciar e imposible de escribir pero, que con el tiempo se va haciendo más fácil, aunque uno nunca acabe de entenderlo del todo. Tiene una voz clara y amigable que brota con una resonancia que nadie sospecharía a primera vista. Es seguramente la huella que su oficio de cantante concertista le ha dejado a este barítono alemán.
Con su rostro trigueño, ojos azules y a pesar de tener su cabello casi blanco, aparenta tener mucho menos de sus cincuenta y tres años. Generalmente viste de blue jean y camiseta y todos los días llega en bicicleta para dictar clases en la Universidad. Está en Colombia desde hace doce años y contrariando su costumbre de viajero, no tiene planes de abandonarla.
Llegó vía Ibagué sin hablar una palabra de español para dictar clases en el conservatorio. Más tarde empezó a aprender el idioma y ya en Medellín a acostumbrarse a la Ciudad. " Yo siempre he sido extranjero. La patria es el lugar donde hablan tu idioma y yo nunca he vivido en un país donde hablen mi idioma. Pero siempre me he sentido bien en donde estoy ", dice. Esto se debe a que él hace parte de los alemanes que nacieron en la provincia oriental de Silesia, que al fin de la guerra pasó a ser parte de Polonia.
Desde los dos años, cuando su familia huyó hacia Stuttgart la vida de Detlef ha
sido viajar y aprender idiomas y costumbres. " Primero tuve que aprender el dialecto alemán que en ese tiempo era muy fuerte en Stuttgart, para poder ser aceptado, pues luego de la guerra hubo mucho rechazo aun entre los mismos alemanes." Después fue a estudiar a Munich en la región de Bavaria. " Allí también me pasó lo mismo. Los bávaros son como los antioqueños de Alemania, buenas personas, pero muy cerrados y muy regionalistas y fue igual de difícil entrar."
A los 32 años, luego de muchos ires y venires, se graduó en el conservatorio de Munich. Para esa época ya había estado en París estudiando a los autores de la música francesa, cantaba profesionalmente y había aprendido una buena cantidad de oficios:
" Para poder sostenerme trabajaba en cine y televisión haciendo personajes que nunca aparecían en los créditos. A veces interpretaba un policía o cualquier otro papel. Cuando volví a estudiar en el conservatorio, luego de haberme retirado un tiempo, trabajé manejando un camión llevando aparatos de calefacción. Recibía el carro a las siete de la mañana, hacía la primera vuelta y parqueaba dos horas al frente del conservatorio para recibir dos clases. Después seguía con el recorrido."
La vida profesional no fue menos agitada. Cantó de país en país en el norte de Europa y en Estados Unidos, de donde es la que fue su esposa,