1. Inspírate
La verdadera motivación está en uno mismo. Busca lo que te inspira, visualiza tus objetivos. Si no estamos motivados nosotros mismos, no podremos liderar a nuestro equipo
.
2. Piensa en los demás
Preocúpate por la gente, haz saber a los demás que cuentas con ellos y quieres lo mejor para el equipo.
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3. Aleja lo negativo
Apártate de tu equipo a las personas negativas. Rechaza aquellas ideas que dilapidan el ánimo del grupo.
4. Incorpora gente positiva
Igual que debes huir de las relaciones nocivas, abre la puerta a aquellas que aporten motivación y satisfacción a todo el equipo.
5. Apela a los valores
Averigua lo que es importante para tu equipo y conviértelo en un motor para impulsar su motivación.
6. Celebra los pequeños logros
Por pequeño que sea el triunfo conseguido tanto tuyo como del resto del equipo, será una gran fuente de motivación.
7. Premia a tu equipo
Hay muchas formas de recompensar el buen trabajo y la conquista de metas importantes. El equipo lo verá como un estímulo para seguir en la buena dirección.
8. Confía y delega
Confía en tu equipo y delega tareas. Descubrirás que las cosas se pueden hacer de muchas formas y sin darte cuenta estarás fomentando la creatividad.