BIBLIA Y MISIÓN
Un niño envuelto en pañales
o la grandeza amorosa de
Dios en la encarnación
P. Toribio Tapia Bahena / Universidad Pontificia de México
La Navidad es uno de los tiempos más bonitos y la Noche Buena uno de los momentos
más intensos de los que podemos gozar los seres humanos. Nos preparamos para su
celebración con entusiasmo, los vivimos con alegría y lo celebramos con esperanza.
Debido a su importancia y trascendencia nunca estará de más reflexionar sobre su
significado y alcance. Nuestra breve reflexión tendrá tres momentos: lo propicio de
la navidad, algunos posibles significados y ciertos alcances.
La Navidad: un tiempo propicio…
La Navidad es un tiempo favorable
para expresar los sentimientos
más nobles y hacer los propósitos
más sublimes.
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L
a Navidad es un tiempo favorable
para muchas cosas, especialmente
por un lado, para expresar los sen-
timientos más nobles y hacer los
propósitos más sublimes. Es precisamente
en este tiempo en que la alegría se expresa
con más naturalidad que en otros mo-
mentos del año: nos llenan de alegría los
encuentros, planeados o inesperados; nos
alegramos también por los gozos de otros;
es un tiempo en el que tocamos la felicidad
y no quisiéramos que se fuera nunca más.
Junto a los buenos sentimientos no faltan,
en este tiempo, los buenos propósitos. El
ambiente que se respira, el buen ejemplo
de muchas personas así como el mismo
deseo natural que todos tenemos de vivir
de manera más adecuada, se conjugan fa-
voreciendo propósitos buenos y duraderos,
que en su conjunto generan un auténtico
ambiente de esperanza.
AD GENTES
NOVIEMBRE · DICIEMBRE 2017