Ad gentes revista nov_dic | Page 5

EDITORIAL Con este número de Ad gentes no solo concluimos el año litúrgico, también cerramos un año secular. Pero, además de la culminación de estos ciclos, su- mamos a las celebraciones decembrinas un año de cambios y renovaciones, reflejados tanto en la imagen como en el contenido de nuestra publicación; sin embargo, como en todo, no hay estados definitivos por lo que el trabajo es constante y va enfocado a ofrecer un medio de comunicación digno de dar voz a cada una de las Obras Misionales. Uno de los frutos de nuestra participación en el XXIV Encuentro de Comunica- dores Católicos, que se llevó a cabo en Monterrey del 9 al 13 de octubre, es la profunda reflexión sobre la necesidad de la profesionalización de los medios dentro de la Iglesia, pero sin perder de vista el claro objetivo de la misma: la evan- gelización de todas las naciones. No es casual que una de las intenciones del Papa para este bimestre sea «por los cristianos de Asia, para que favorezcan el diálogo, la paz y la comprensión mutua, especialmente con aquellos que pertenecen a otras religiones». Es un he- cho, con una comunicación clara, efectiva y, sobre todo, humana, contribuiremos a que de la Buena Nueva todos resulten beneficiados, incluso aquellos que no conozcan o compartan nuestra fe. El comunicar no es fácil, es un proceso que implica la escucha del otro para su completo entendimiento; es el reconocimiento de su dignidad como hijo de Dios y hermano nuestro. Es la asimilación y comprensión de sus diferencias. La escucha atenta es el inicio de cualquier diálogo, es el principio para la paz y fraternidad. Muchas gracias por seguirnos acompañando en este caminar, los invitamos a sumarse a esta labor, pues cada persona es medio para el plan divino y nuestra tarea no debe perderse sino mantenerse en un camino colmado de valores claros, que no son otros que los enseñados por el mismo Jesucristo: El amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Como siempre nuestras vías de comunicación están abiertas a cada uno de sus comentarios, pues ellos forman parte de nuestro crecimiento como medio e institución. Nos despedimos de ustedes, no sin antes desearles felices fiestas, que la dicha y el amor de Dios no se dejen de sentir en estas fechas.