Ad gentes revista nov_dic | Page 31

diciendo que el ser humano tiene una dignidad sagrada desde donde se deben plantear las rela- ciones de convivencia humana. De hecho, para un cristiano, el respeto a la dignidad humana de la persona, constituye el criterio fundamental a la hora de juzgar cualquier estructura, sistema o programa social. La humanización: horizonte de la misión La misión vista desde la óptica de la Encarnación, nos coloca en el camino hacia la humanización divina que inicia con la conciencia de servicio a Dios en el ser humano. Por lo mismo, la evan- gelización debe mirar a la persona entera, com- prenderla en su modo de ser y de hacer, sus espe- ranzas, sus aspiraciones, su historia, sus juicios, AD GENTES NOVIEMBRE · DICIEMBRE 2017 sus deseos individuales y colectivos, su modo de pensar y sus contrastes, a partir de Cristo que es el único que no cambia. El Misterio de la Encarnación, al final de cuentas, nos dice que la dignidad humana y divina es igual en cada persona, esta es la razón última de los de- rechos humanos; derechos que no dependen de lo étnico, lo racial o lo cultural; derechos humanos que representan valores fundamentales y univer- sales, cuando estos son garantizados en su globa- lidad, es decir, teniendo presente las necesidades básicas, el ejercicio de la libertad, la sociabilidad y la espiritualidad; entonces se puede decir que hay un culto en espíritu y en verdad a Dios que tiene una sola imagen: el ser humano. 29