Ad gentes revista nov_dic | Page 18

LA MISIÓN HOY Es desde el testimonio de nosotros, los creyentes, hacer más eficaz el encuentro con nuestros hermanos de otras confesiones no cristianas. miento y enriquecimiento recíproco, no está en contraposición con la misión ad gentes; es más, tiene vínculos especiales con ella y es una de sus expresiones» (Redemptoris missio 55a) . En una cultura de diálogo y reconocimiento, pero oportunidad de evangelización, como lo dijo San Juan Pablo II a los Obispos de Asia: «Aunque la Iglesia reconoce con gusto cuanto hay de verdadero y de santo en las tradiciones religiosas del Budismo, del Hinduismo y del Is- lam —reflejos de aquella verdad que ilumina a todos los hombres—, sigue en pie su deber y su determinación de proclamar sin titubeos a Jesucristo, que es “el camino, la verdad y la vida”... El hecho de que los seguidores de otras religiones puedan recibir la gracia de Dios y ser salvados por Cristo independientemente de los medios ordinarios que él ha establecido, no quita la llamada a la fe y al bautismo que Dios quiere para todos los pueblos» (Carta a los Obispos de Asia con ocasión de la V Asamblea Plenaria de la Federación de sus Conferencias Episcopales, 23 de junio de 1990) . El método es claro, se puede sacar provecho de este diálogo, anunciando la Buena Nueva a los que la desconocen, para consolidar, completar y elevar la verdad y el bien que el buen Dios ha sembrado entre todos los pueblos, y así pu- rificarlos del error y del mal. Es desde el tes- timonio de nosotros, los creyentes, hacer más eficaz el encuentro con nuestros hermanos de otras confesiones no cristianas, sin hacer a un lado el trabajo conjunto con los ya bautizados, aunque miembros de otras tradiciones cristia- nas. La promoción de los valores universales desde nuestra propia familia, que quizá sea el lugar primordial de encuentro en un mundo secularizado y pluricultural. Hoy en día la mi- sión no está lejos de nosotros, el no creyente convive con nosotros, a veces, incluso, vive en nuestro propio hogar. Seamos propagado- res de la fe desde la coherencia de vida en el encuentro con el más necesitado, al mundo le falta hombres y mujeres creíbles, no por sus palabras, sino por su estilo de vida. 16 AD GENTES NOVIEMBRE · DICIEMBRE 2017