saboteadores polacos combatieron más de cinco años contra los alemanes. A cambio sólo consiguieron
sufrir matanzas a manos de los soviéticos, tanto en Katyn, en 1939, como en Varsovia al terminar la
guerra.
Consiguieron que el comunismo los dominara como esclavos durante más de cuarenta años y que les
quitara territorios.
Así se les pagó el gran servicio que prestaron en 1939, al desviar el rayo de la guerra que iba a fulminar a
la URSS en cuatro meses.
Si en el comunismo hubiera algo que no fuera "intrínsecamente perverso", al terminar la guerra hubiera
enaltecido a Polonia -como su benefactora- en vez de esclavizarla.
Parafraseando adversamente la arenga que en 1920 el mariscal Pilsudski dirigió a sus tropas que
vencieron a los invasores comunistas, ahora podría decírseles a los polacos:
"Se ha desperdiciado vuestra sangre. Fue en vano vuestra fatiga. Se malgastó la muerte de los que se
quedaron sepultados."
El 0.000006 de la humanidad sí puede engañar al resto. Pero... temporalmente. Su tiempo se va
agotando.
38