La composta está lista cuando tiene un color café oscuro y olor a tierra del bosque.
La mayoría de los materiales deben estar descompuestos.
La dosis de aplicación de la
composta va a depender del
estado del suelo que se tenga
en la parcela. Entre más
deteriorado esté el suelo, más
composta se agrega. Las dosis
generalmente son altas (para
hortalizas se aplican 3 sacos de
composta por metro cuadrado).
Como la composta lleva
bastante mano de obra por el
hecho de voltearlo cada 8 días,
generalmente se utiliza en áreas pequeñas de media a una hectárea, en cultivos
intensivos, como son las hortalizas. Se puede voltear con menos frecuencia para
ahorrar mano de obra, pero el
proceso de descomposición va
a ser más lento. Se debe
mantener la relación de
materiales de tres partes de
material alto en carbono o
fibra, una parte de material alto
en nitrógeno. La composta
nunca se debe secar.
Periódicamente se debe hacer
la prueba con la mano para
asegurarse de que esté bien
de humedad.
Una buena práctica es agregar lactobacillus o té de semolina fermentada a la
composta, para que los materiales se descompongan en forma más rápida.