Abogando por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes REVISTA EMMA ALZURU | Page 20

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PARTICIPACIÒN DE MIS COMPAÑEROS EN EL FORO

Las defenderías de los niños, niñas y adolescentes. Retos, alcances y realidades

Las defensorías son instituciones al servicios de interés público desarrollados por el Estado o por la sociedad organizada con un objetivo de promover y defender los derechos de los niños, niñas y adolescentes, las mismas se encuentran establecidas en el artículo 201 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, al establecer en su segundo párrafo que “…Las Defensorías de Niños, Niñas y Adolescentes tienen como objeto promover y defender los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes. Cada Defensoría tendrá un responsable a los efectos de esta Ley.”

Se estableció en la ley las formas como deberán ser conformadas las defensoría en materia de niños, niñas y adolescentes, por lo que las mismas prestan servicios de orientación y apoyo interdisciplinario a todos los integrantes de la familia, siendo la puerta de entrada al sistema de protección, donde estas pueden imponer medidas de protección o que constituyan infracciones de carácter civil, administrativo o penal, siempre y cuando sean violatorios a los derechos humanos. Por otra parte, se tiene que Defensoría no tiene cualidad para dar respuesta inmediata, sin embargo, las recibe y debe atenderlas con prontitud y urgencia para orientar a la víctima y a sus familiares cuando lo requieran.

Es importante señalar que las Defensorías se encuentran cercanas a la comunidad y tienen facultades conferidas por la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (2007), mediante la cual posicionan como uno de los componentes más estratégicos y necesarios del Sistema de Protección y en caso que lo amerita lo direccionará al organismo competente por la materia. De allí que las Defensorías tienen una particularidad que a pesar que estas se encuentran dentro de las comunidades, son servicios completamente gratuito, y los casos que se ventilan en esas instancias, son de confiabilidad, responsabilidad y tienden a ser de carácter orientador y no impositivo, ya que cada defensor o defensora debe marcar la pauta mediante una orientación sensata, centrada en los derechos humanos, actuando con mucha responsabilidad, justicia, equidad y respeto.

En lo que respecto a los retos, se requiere que cada funcionario que se encuentre en los cargos de defensores de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, sea personal capacitado que permita canalizar y buscar las estrategias necesarias para solucionar los posibles conflictos que se puedan suscitar en materia de familia. Asimismo, es necesario dictar charlas en materia de familia, a cada una de las comunidades donde se vea distorsionada el grupo familiar, más hoy en día cuando se evidencia que los padres por diversos factos no conviven con sus hijos, bien sea por la ruptura conyugal o porque de algunos de los progenitores tuvo que emigrar a otro país dejando a sus hijos con solo un progenitor, o con los abuelos, tíos, familiares entre otros, siempre pensando a favor del interés superior del niño.

En lo que respecta a los alcances que tiene la Defensoría es un espacio de y para los niños, niñas y adolescentes, visto que de allí se gestan procesos de concientización social con tendencia a transformar los entornos comunitarios desde dentro, generando acciones cuya finalidad es modificar la forma de pensar, actuar y sentir de las personas

en torno a los derechos de la niñez y adolescencia. Realidades es que la infancia requiere de una protección especial y por lo tanto existen a nivel nacional como internacional organización que están trabajando fuertemente, con un solo objetivo, que es cuidar los derechos de la infancia se garantizaran en el mundo; por lo que necesita de personas bien capacitadas en este tema, que cuando un funcionario asuma cargos de envergadura en materia de familia, sean personas preparadas para ello, y que cada persona que colabore para salvaguardar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, estén comprometidas y dispuestas a hacer de este mundo un lugar más justo y habitable para cada niño, niña y adolescente que lo requiera, por lo que la invitación es a que trabajemos en conjunto para que ningún niño o niña se quede sin infancia.