ABClatino Magazine Year 9 Issue 6 | Page 11

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ABClatino Mundo Nomada: Geyser del Tatio

Life in Taizé

Gracias UnionRayo  por este artículo

 ¿Qué sucedió 20 años después?

Lógicamente, las líneas de los propulsores de respaldo también comenzaron a obstruirse, poniendo en riesgo toda la misión, ya que sería imposible seguir recibiendo datos.

El equipo de la Voyager, liderado por Kareem Badaruddin, reexaminó la falla de 2004 buscando un plan de rescate de emergencia. Pero…

¿podrían solucionarlo antes de que la antena de Canberra entrara en mantenimiento?

El plan de rescate

Los ingenieros volvieron a analizar las fallas de los calentadores originales y sospecharon que se trataba de un simple interruptor en la posición incorrecta. Si lo corregían, podrían volver a encender los calentadores y, por lo tanto, los propulsores de balanceo originales.

¿Arriesgado? Por supuesto. Si el plan no funcionaba, el combustible congelado podría explotar y dañar la sonda. ¿Había otra opción? Pues adelante.

 

Comando enviado… ¿y ahora?

Una vez que los ingenieros enviaron el comando, tuvieron que esperar

48 largas horas para comprobar si había funcionado, casi como un parto.El 20 de marzo, la telemetría con los resultados comenzó a llegar… ¡Y el plan había funcionado! (¡Aplausos, aplausos!)

 

¿Qué significa esto?

Que la Voyager 1 no quiere morir tan joven; aún le queda mucho espacio por recorrer. Cuando los propulsores de reserva fallen, los recién recuperados podrían utilizarse para seguir generando información sobre el espacio más allá de nuestro planeta. Es como si volvieran a la vida tras 20 años en el garaje… ¡a millones de kilómetros de casa!

Por supuesto, esta historia nos deja muchas enseñanzas: ¡qué importante es no rendirse nunca! Gracias a esa determinación, la humanidad aún tiene voz viajando por el espacio, ¡mucho más allá de lo que nuestra imaginación puede alcanzar!

¡Buen viaje y larga vida, Voyager 1!