ABClatino Magazine Year 9 Issue 6 | Page 10

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La Voyager 1 sorprendió a la comunidad científica tras recuperar algunos propulsores que se consideraban perdidos en 2004.  A contrarreloj y arriesgando su propia vida, ya que se ejecutó justo antes de que la única antena que podía comunicarse con ella entrara en mantenimiento.

Pero no, ¡no es un milagro! Fue una brillante jugada de los ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), quienes combinaron cálculos, memoria técnica y confianza en la sonda que se ha convertido en una leyenda viviente de la exploración espacial.

 

¿Qué es la Voyager 1?

Seguro que te suena: ¡es una sonda espacial no tripulada lanzada desde la Tierra en 1977! La NASA fue quien apostó todo por esta sonda, y su objetivo era explorar los planetas exteriores del sistema solar. Tanto es así que, siendo el objeto creado por el hombre que ha viajado más lejos, ahora viaja a través del espacio interestelar (más allá de la luz de nuestro Sol). La Voyager 1 lleva un registro con información sobre la Tierra por si se encuentra con una civilización desconocida. Por ejemplo, incluye saludos en 55 idiomas diferentes (por si los extraterrestres hablan sumerio), sonidos naturales de nuestro planeta y una selección musical con diversas canciones populares de diferentes culturas y obras clásicas de Beethoven, que no podían faltar.

 

¿Y qué ha hecho esta sonda?

Recordemos que se encuentra a 25 000 millones de kilómetros de la Tierra, viajando a 56 000 km/h, solo para mantener su antena principal apuntando hacia nosotros y poder enviarnos los datos que registra. Para ello, utiliza tres tipos de movimiento: cabeceo (arriba y abajo), guiñada (de izquierda a derecha) y balanceo, este último permite a la nave girar sobre su propio eje para orientarse y calibrar su magnetómetro.

Pues bien, estos propulsores de balanceo llevaban más de 20 años sin funcionar, con el combustible congelado y la tobera de la nave inutilizable. En ese momento, la NASA decidió que la falla era irreparable y cambió a los propulsores de respaldo porque no creían que la Voyager siguiera siendo una bomba 20 años después.

 

Lleva medio siglo en el espacio

pero se niega a morir