La masa madre es un fermento natural que se utiliza para hacer pan.
Se elabora a base de harina y agua, y su proceso de fermentación depende de las levaduras y bacterias presentes en el ambiente.
Ingredientes:
Harina de trigo integral, blanca, o de centeno, agua sin cloro.
Pasos:
Día 1 Mezcla 50 g de harina con 50 ml de agua en un recipiente.
Remueve bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Cubre con un paño sin cerrar herméticamente para que respire.
Deja reposar al ambiente.
Días 2-5 Alimentación diaria.
Cada día, desecha la mitad de la mezcla
Agrega 50 g de harina y 50 ml de agua a la mezcla restante.
Remueve bien y deja reposar nuevamente.
Día 5 o 6 La masa estará lista cuando doble su tamaño unas
horas después de alimentarla, huela ligeramente ácida y tenga
burbujas visibles. Puedes usarla para hacer pan.
Si no la usas diariamente, puedes guardarla en el refrigerador y alimentarla una vez a la semana.
Beneficios:
sabor único, mejor digestión: las bacterias
del ácido láctico en la masa ayudan a
descomponer el gluten y facilitan la
digestión, mayor conservación, menor
índice glucémico, no aditivos ni químicos.