El poder de la respiración se reconoce como un elemento fundamental para la salud y el bienestar integral del individuo. Es un proceso fisiológico necesario para la supervivencia, tiene un profundo impacto en los aspectos emocionales, mentales y espirituales de la persona.
La respiración influye directamente en el sistema nervioso autónomo, regulando los estados de activación y relajación.
La respiración consciente y profunda puede ayudar a reducir la frecuencia cardíaca, disminuir la presión arterial y calmar el sistema nervioso, lo que contribuye a la gestión del estrés y la ansiedad, tiene efectos positivos en la salud mental, ayudando a calmar la
mente, a reducir los pensamientos intrusivos y a promover la claridad mental, la atención y la concentración.
También puede ser útil en el manejo de emociones intensas, como la rabia, la tristeza, el dolor, regulando las respuestas emocionales y creando conciencia emocional. Ayuda a gestionar las emociones de manera más efectiva.
La respiración profunda y consciente también puede fomentar emociones positivas como la calma, la alegría y la gratitud, es un puente entre el cuerpo y la mente, conectando con el espíritu, presencia plena y expansión de la conciencia.