La República Argentina conmemoró el 22 de febrero los 119 años de presencia ininterrumpida en la Antártida, sector del que fue el único ocupante permanente durante cuatro décadas.
El primer paso se concreto en 1904, al instalarse el Observatorio Metereológico Antártico Argentino en las Orcadas del Sur. Allí se constituyó la primera base antártica permanente del mundo. En el presente, la nación cuenta con 13 bases. Seis son permanentes y se realizan tareas todo el año, y las restantes son temporarias.
“La Antártida, por sobre todas
las cosas, es un ámbito de investigación científica y tecnológica. El mundo la considera un espacio de preservación y de futuro. Tenemos una responsabilidad enorme vinculada a aportar conocimientos que mejoren las posibilidades de desarrollo. El futuro de la humanidad dependerá de las reservas que tengan lugares como la Antártida; y si no la preservamos a partir de más conocimiento, estaremos en dificultades”, señaló el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus.
Una muestra de hermandad latinoamericana es la propuesta conjunta de Argentina y Chile para el establecimiento del Área Marina Protegida en la Península Antártica Occidental.
El objetivo es preservar el ecosistema marino y su diversidad frente a la amenaza del calentamiento global y las acciones humanas como la depredación pesquera y la contaminación por microplásticos.