Viernes, 15 de enero. La señora Meier tenía la radio encendida en la cocina y oí que el
fiscal del distrito pedirá pena de muerte. «A los ricos no los ahorcan nunca. Sólo a los pobres
y sin amigos».
En su declaración a la prensa, el fiscal del distrito, Duane West, joven ambicioso de
veintiocho años que por su gran porte, aparenta cuarenta y hasta a veces cincuenta, dijo:
-Si el caso pasa ante jurado, yo pediré a los jurados que los declaren culpables, que los
declaren reos de muerte. Si los defensores renuncian a un proceso ante jurado y presentan al
juez declaración de culpabilidad, pediré al juez que dicte pena de muerte. Ya sabía que tendría
que tomar una decisión al respecto y no he llegado a semejante decisión con ligereza. Creo
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