Evocación
Homenaje a la memoria de don Pablo Pizzurno en el día de su muerte.
Ya no tendremos el sabio
Consejo de su palabra,
La elocuencia arrobadora
De sus eruditas charlas,
El apretón de sus manos,
Manos puras, manos blancas
Cual magnolias, que en los niños
Y en los libros se posaban.
Ni la eterna juventud
Que a su espíritu animaba,
Vistiendo de primavera
Su sonrisa y su mirada.
Y ya no veremos más
Aquella figura hidalga
Pletórica de bondad;
Aquella cabeza alba
Que como aureola de luz
A su rostro iluminaba,
Y la perenne sonrisa
Que de sus labios brotaba
Como si un rayo de sol
Cautivo en él se quedara