Nos acomodamos en los Sport Seat, calefactados y refrigerados y ya no sé ni si llevan WIFI, comodidad al límite, las opciones que nos dan desde Stuttgart para configurar al gusto la unidad elegida son casi infinitas. Si somos muy especiales en Exclusive seremos atendidos como es debido.
Todo eso está muy bien pero si realmente queremos algo más único, la opción Sport Plus es altamente aconsejable y como ya relatamos en otras ocasiones altamente adictiva. No siempre tenemos que tener el botón Sport encendido, este 911 es un coche para disfrutar acompañado y hasta el mismo cielo siempre es buen compañero de viaje.
Las marchas suben y bajan en el PDK de 7 velocidades casi sin pausa, da gusto conducir estos cambios de nueva generación, las 4 marchas del Sportmatic ya quedaron atrás...
A todo se acostumbra uno, incluso a esas 4 marchas si se trata de un Targa, pero con el PDK la cosa mejora una barbaridad.
La rodadura con el techo abierto es muy correcta, pocas son las turbulencias que notamos en el interior, aquí una vez más los acabados y los ajustes hacen que trates el coche con mimo, igual que éste 4S cuando circulamos por ciudad, suavidad al 100%.
Las plazas traseras ya son otra historia. la arquitectura de estas es similar al Cabrio, los pasajeros disponen de un espacio correcto para ser un 2+2, quizás en este modelo al llevar esa cúpula de cristal los que se sitúen en estas plazas sufrirán algo más el sol y el viento que quieras o no entra mucho más que en los asientos delanteros.
Son esas pequeñas pinceladas negativas que en verdad no sabría como resolver para no estropear la esencia... Una cosa por otra el coche no deja de asombrarnos, accedemos a una carretera de montaña y oprimimos el Sport Plus con un sonido que ya muchos quisieran para la F1 de esta temporada.
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