El interior, confortable.
Cuando abres la puerta del 991 te das cuenta de unos acabados realmente altos, el nivel de estos supera con creces a las nuevas series del Boxster por ejemplo, unos cambios entre coches mucho menos visibles en las series 997 y 987. El material utilizado es de máxima calidad, con la sobriedad alemana de una colocación casi perfecta de los mandos y volante, un paso central grande pero cómodo y una consola totalmente centralizada.
Aspectos primordiales en un producto que factura en mano (hablamos de la unidad probada) supera con creces los 140.000 euros. Aquí se la juega Porsche con una profundidad en la consola central hacia la parte trasera que nos recuerda algunos 928 o el más nuevo Panamera, una decisión imaginamos difícil para el equipo de diseño pero que creemos bastante acertada para un uso “normal” del coche. Sinceramente esperamos que las versiones Gt vengan algo más ligeras en el interior que este 991 Carrera S, no acabamos de imaginarnos un piloto con ese paso central tan abultado, desconocemos si en carrera molesta mucho pero visualmente tenemos otras imágenes de lo que es un Gt, verdad?
Otra cosa que llama la atención son sus -eternos- asientos, una especie de amor-odio cada vez que vemos un nuevo modelo y un asiento de toda la vida, algo cambiado estéticamente y tecnológicamente , con un agradable ventilador interior que seguramente en agosto no parará de trabajar, son esas cosas que te hacen más agradable la conducción por que no nos engañemos, los asientos de piel siempre dan calor o frío, todo depende de lo que no necesites.