8va Edición Revista Summa Coaching 8va edición | Page 47
NEURO COACHING
Como coach la teoría del
desarrollo socioemocional, y
su empleo como
herramienta, no solo en la
práctica del
coaching, sino también a
nivel personal, nos ayuda a
comprender desde el
autoconocimiento, el
comportamiento como ser
humano, aportando una
visión más amplia de quién
somos, de cómo estamos
siendo y cómo nos vamos
de-construyendo y
re-construyendo, visto desde
la etapa en la cual estamos
del desarrollo socio
emocional y cómo podemos
evolucionar.
Si hablamos de un proceso de coaching de equipos, el manejar la teoría del desarrollo,
etapas de desarrollo socio emocional, nos da una perspectiva amplia para comprender
las dinámicas que se establecen mediante las conversaciones de cada miembro del equi-
po y las posibilidades o esquemas de pensamiento predominantes, claro está y haciendo
la salvedad de que el comportamiento social del individuo se modifica cuando está bajo
la presión de grupo. Sin embargo, poder comprender e identificar las etapas de desarro-
llo de los miembros del equipo, nos da una aproximación de la forma como dentro de
una organización se alinea el talento humano.
El coach, al igual que el
coachee, es una persona,
por lo tanto, el coach en la
medida que desarrolla más
herramientas que le ayuden
a evolucionar como ser
humano, mayor será su
aporte en el proceso de
acompañamiento del
coachee.
Interesante el abordaje durante un proceso de intervención de coaching de equipos que,
como sabemos es fundamental que logren un alto rendimiento, lo que implica que ese
equipo se posicione en una etapa socioemocional, que les permita abordar los conflictos
a través de un pensamiento de cuarto orden (etapa socioemocional 4), lo que podrá
contribuir en gran medida a su éxito.
Como coach la teoría del desarrollo socioemocional, y su empleo como herramienta, no
solo en la práctica del coaching, sino también a nivel personal, nos ayuda a comprender
desde el autoconocimiento, el comportamiento como ser humano, aportando una visión
más amplia de quién somos, de cómo estamos siendo y cómo nos vamos de-constru-
yendo y re-construyendo, visto desde la etapa en la cual estamos del desarrollo socio
emocional y cómo podemos evolucionar.
El coach, al igual que el coachee, es una persona, por lo tanto, el coach en la medida que
desarrolla más herramientas que le ayuden a evolucionar como ser humano, mayor será
su aporte en el proceso de acompañamiento del coachee.
Revi
plorar su propia y singular estructura de
construcción lingüística de pensamiento.
En tanto, si el coachee está atravesando un
proceso de transición de una etapa a otra,
y aquí me permito hacer un paréntesis,
según plantea Daniel Álvarez Lamas del
Instituto Ben Pensante, “La mayoría de la
gente que se acerca al coaching, está entre
las etapas 3 y 4 del desarrollo socio emo-
cional”. Por consiguiente, como coach, si
nuestro coachee hace una serie de decla-
raciones que implican la necesidad y la
voluntad de hacer un cambio o transición,
que se pone de manifiesto en las conversa-
ciones, es allí desde el conocimiento de la etapa en la cual se encuentra y la etapa hacia la
cual desea pasar, donde el proceso de coaching va a acompañarlo a transitar, mostran-
do otras formas, posibilidades de comprender/ver su realidad, dado que ahora mismo,
el coachee piensa dentro de un esquema de pensamiento según la etapa del desarrollo
socioemocional donde se sitúa y es posible acompañarlo a mirar en otra relación con el
yo y con los otros de forma que pueda trascender de un esquema de pensamiento a otro
que está en proceso de constitución, para avanzar en la resolución de su situación.