Este organismo es responsable de más de 110 mil monumentos históricos que datan de los siglos XVI hasta el XIX, así como de 29 mil zonas arqueológicas registradas en todo el país, de las cuales un aproximado de 180 están abiertas al público. Producto de la conservación de importantes edificios, el Instituto ha fomentado también la creación de museos en toda la República Mexicana, contando con una red de más de 120 en todo el país. Así, su importancia radica en preservar una herencia cultural para que futuras generaciones puedan apreciar la construcción histórica de un país.