65LA CIUDAD DE LAS CASAS DE MADERA_1 | Page 35

A lo lejos , desde el sur , venía una canoa cargada con frutas de estación .
La canoa era llevada por las aguas en creciente .
A veces el pescador tenía la impresión de que el agua estaba quieta y que era la orilla la que pasaba con sus árboles y se iba perdiendo de vista a lo lejos …
Igual que pasan tantas cosas en la vida .
La peste había pasado hace unos cuantos años . Los recuerdos estaban frescos , había perdido tantos amigos y familiares , que la vida que llevaba simplemente la parecía una sucesión de milagros . La mañana despertaba , y esa cotidianidad , lo hacía de pronto volverse más consciente de sí mismo .
La brisa soplaba sobre el río sereno .
Todo estaba tan tranquilo que tenía la impresión que la eternidad envolvía al tiempo .
Bogaba y sus remos se hundían en el agua transparente , formando pequeñas olas que partían hacia las riberas .
Era una calma y una paz como si no existiera el tiempo y la existencia se le presentaba infinita .
Quizá ese estado de no tiempo , se lo pueda llamar eternidad .
Los remos se hundían y desaparecían en el agua , igual
29