65LA CIUDAD DE LAS CASAS DE MADERA_1 | Page 34

Una hermosa muchacha de trenzas largas , con el velo hasta los hombros , semeja una estampa sacada de algún medallón ... Solo mirarla pasar y la gente dice Ave María . El sol pone una cabellera amarilla a las casas de madera .
Desde la calle de los Pescadores ( actual Numa Pompilio Llona ) llegaban los olores del pescado recién traído del golfo .
Llegaban también canoas de las haciendas cercanas , con su carga de quesos , mieles dulces y mieles agrias y frutas frescas .
Cerca del estero de Villamar , ( actual calle Loja ), algún pintor con su caballete preparaba sus colores enriqueciéndolos con yema de huevos , que permitía fijar con gran elegancia los colores al temple .
El paso de caballos , burros y carreta iba dejando la calle llena de bosta con su respectivo olor a ganado .
Desde un balcón cercano , las notas de un violín parecían la voz de las cosas invisibles …
La ciudad se había vestido como novia , con sus balcones engalanados para fiesta de la Pascua .
Acróbatas con zancos que parecían andar en el aire llamaban la atención de los pobladores .
El relinchar de los caballos y el ruido de sus herraduras sobre la calle adoquinada de piedras talladas creaban un ambiente de agitación popular .
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